social | CÁDIZ

La provincia no logra acabar con el botellón

Repuntan las concentraciones para beber en la calle y las quejas de vecinos, pese a que muchas ciudades habilitaron lugares específicos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pese a las prohibiciones que tienen decretadas en sus ordenanzas la mayoría de municipios, y de que algunos de ellos incluso cuentan con lugares autorizados para beber en la calle, el botellón sigue siendo un problema de primer nivel para la provincia. Sobre todo durante el verano y en la zonas costeras, que disparan su población.

La trifulca entre dos grupos de menores que se saldó con varios heridos de arma blanca en la Punta de San Felipe, ocurrida en la capital el pasado fin de semana, ha vuelto a poner de manifiesto la inseguridad que se vive a altas horas de la madrugada. Y es que, aunque está prohibida, la concentración de jóvenes para beber sigue siendo la tónica habitual cada viernes y sábado en muchas poblaciones.

Cádiz

En el caso de Cádiz, oficialmente sólo está permitido beber en la calle en la zona alta de la Punta de San Felipe. Sin embargo, en otros puntos de la ciudad se vienen reuniendo en las últimas semanas grupos de jóvenes para consumir alcohol. La presencia de turistas y la celebración de determinados eventos está favoreciendo la aparición de estas concentraciones en lugares no autorizados. Es el caso de la zona baja, justo en los accesos, de La Punta. Este recinto, cercano al mar y aislado de la población, cuenta con varios locales de ocio nocturno de moda y es lugar de peregrinación para chavales de toda la provincia. En estas últimas semanas también se han registrado concentraciones de jóvenes bebiendo en la zona de balaustradas de la Alameda Apodaca.

Chiclana

Por su parte, en el caso de Chiclana, donde el concierto de este pasado sábado en el Municipal dejó la típica estampa de cientos de jóvenes consumiendo alcohol, la situación es similar. El Ayuntamiento habilitó hace unos años el recinto ferial de Las Albinas para tal menester. Pero su lejanía a la zona costera lo hace poco utilizado por los jóvenes, que prefieren usar el aparcamiento de Las Redes, o zonas concretas de La Barrosa y Novo Sancti Petri para hacer botellón. Aunque la ciudad vive de manera más relajada el problema en comparación con hace unos años, las sanciones por los botellones siguen estando a la orden del día, y en julio y agosto ya se han superado las 50 sanciones.

El Puerto de Santa María

En el caso de la localidad portuense, el tema no es tan sencillo. El Consistorio ha realizado una encuesta on-line para buscar una ubicación al botellón, que en estos momentos se encuentra «prohibido temporalmente». Ninguna de las aportaciones recibidas ha obtenido el beneplácito de todas las partes. Los 1.884 votos recibidos colocan al aparcamiento de la pasarela, al otro lado del río (con 1.179 votos), como la preferida para los portuenses para beber los fines de semana. Sin embargo, esa opción está descartada, ya que los terrenos pertenecen a la Autoridad Portuaria, que no los cederá para tal fin. De este modo, y aunque el Ayuntamiento no lo reconoce abiertamente, el botellón en El Puerto podría tener los días contados. Eso sí, en julio y agosto, y aunque la incidencia es mínima comparada con años anteriores, está repuntando el número de sanciones a jóvenes por beber en la calle. Las zonas elegidas son, de nuevo, La Puntilla, que era el lugar donde más jóvenes se concentraban hace unos años, y cuya presencia provocó quejas de los residentes en el entorno, o parques de la ciudad. El edil de Juventud, Francisco Aguilar, asegura que El Puerto «no tendrá botellódromo hasta que encontremos un sitio de consenso para todas las partes».

Jerez

Pero si hay una población en la provincia donde el botellón ha vuelto a ser problemático en los últimos meses, esa es Jerez. Durante el último fin de semana, la Policía Local jerezana ha sancionado a 13 jóvenes por el consumo de alcohol en vía pública en zona no autorizada, y a otros 40 más el fin de semana anterior. Tras las denuncias de los vecinos del casco histórico, que incluso se organizaron en patrullas ciudadanas para alertar a las autoridades de las consecuencias que sufren por culpa del vandalismo y la suciedad que trae el botellón, el Ayuntamiento ha anunciado que creará una unidad de policía específica, que se denominará Unidad de Intervención y Apoyo. Ésta tratará de controlar las reuniones ilegales nocturnas en zonas como San Mateo, el parque del Retiro o El Cuco. Hay que recordar que hace apenas un año, un menor falleció apuñalado en el botellódromo que el Consistorio autorizó, y que se emplaza junto al parque González Hontoria.