Fallece en Alicante un niño de nueve años por la explosión de un petardo

A Aarón no le gustaban los petardos. Dicen sus vecinos que le daban miedo. Todas las tardes iba a jugar con su pandilla a la plaza Padre Fontova. Serían las ocho y media de la tarde del viernes cuando, según los testigos, uno de los menores metió un petardo en una lata de cerveza. Esta estalló en múltiples pedazos y una esquirla metálica le impactó sobre el cuello, provocándole un grave corte y una fuerte hemorragia. El pequeño salió corriendo hasta un parque cercano donde estaba su madre donde perdió el conocimiento. Ayer a las seis de la mañana falleció en el Hospital General de Alicante.

«Nos quedamos todos en blanco y mi amigo David fue corriendo, se quitó la camiseta y le taponó el cuello», comentaba ayer Luis, uno de los jóvenes que se encontraba en el lugar. La madre fue quien dio la voz de alarma. Gritó pidiendo auxilio cuando vio a su hijo tirado en el suelo. David le puso su camiseta, que rápidamente se empapó de sangre. Y otro vecino, Andrei, también colocó su camisa para intentar taponar la hemorragia.

La ambulancia, según afirman, no aparecía y pararon al primer coche que vieron. «El primo del pequeño, que vive con ellos, gritó al conductor que parase», relató Luis. Le subieron y fueron al hospital. Tras reanimarlo, lo operaron de urgencia, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.

Rotos por el dolor, los vecinos no dejaban ayer de darle vueltas a lo sucedido, señalando la zona donde la lata estalló y donde todavía estaban los restos de sangre. «Mi amigo David, que va a ser padre, está fatal. Cuando le estaba taponando, le decían que el niño se estaba asfixiando. Luego fue al hospital porque se sentía mal pensando que no lo había hecho bien. Decía que se le estaba muriendo en los brazos, pero la familia le dio las gracias», recordó Luis.