Economia

El BBVA cree que el resto de bancos también eliminarán las cláusulas suelo

El presidente de la entidad financiera, Francisco González, apremia al Gobierno para que privatice la banca nacionalizada

SANTANDER. Actualizado: Guardar
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El presidente del BBVA, Francisco González, considera que «lo normal» es que se vaya «extendiendo» entre el resto de entidades financieras la supresión de las cláusulas suelo en las hipotecas. Tras la sentencia del Tribunal Supremo que obligó al BBVA, a NCG Banco y a las cajas rurales, a eliminar esta cláusula en los préstamos objeto de la denuncia y a señalar que serían nulas si no había existido transparencia, el BBVA eliminó el suelo de todas sus hipotecas con efectos desde el pasado 9 de mayo, fecha de la sentencia. También NCG Banco y Cajamar hicieron lo mismo. Sin embargo, otras entidades, como Banco Sabadell o Banco Popular, anunciaron que mantendrían sus cláusulas suelo porque no eran objeto de la sentencia y consideraban que las hacían con la transparencia exigida por el Supremo.

Ahora, el presidente del BBVA insiste en que su política acabará siendo seguida por otros porque el tribunal define una serie de condiciones de transparencia que no se exigían hace unos años. «Puede haber condiciones de transparencia iguales a las nuestras, pero no mejores, por lo que lo normal es que se vaya extendiendo» la eliminación de las cláusulas suelo, precisó González. No obstante, el Supremo considera legales dichas cláusulas siempre que el cliente haya sido debidamente informado.

Por otra parte, el presidente del BBVA apremió al Gobierno a «finalizar cuanto antes el saneamiento y la reestructuración» del sector financiero y «adelantar todo lo posible la privatización» de la banca nacionalizada». Para el máximo responsable del BBVA, la reforma financiera «terminará cuando todas las entidades estén en manos privadas y el sistema esté funcionando normalmente». En esto coincidió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien aseguró que «no hay ninguna voluntad» en el Gobierno de que las entidades que están ahora en manos del Estado «se queden como banca pública, nada más lejos de nuestro planteamiento».