Tribuna

Los sobresueldos del PP

SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN DEL PSOE DE CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La que fuese directora de este periódico, la gaditana Lalia González-Santiago que ahora ejerce el periodismo dentro del grupo Vocento en Sevilla, publicaba el pasado 8 de junio una noticia sobre los sobresueldos del PP, a través de la cual conocimos que el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, cobró en 2010 y 2011 cuando era secretario general del PP andaluz. Se trata de una cantidad fija mensual de 800 euros extraordinaria que se suma a las altas remuneraciones que ya percibe en función de los cargos públicos que ostenta. Hoy que la tecnología lo permite y ya que este periódico tiene un amplio seguimiento en la red, voy a hacer uso de ella para difundir lo que el PP ha mantenido oculto y ha salido a la luz a raíz de las investigaciones que está realizando el juez Ruz sobre la trama Gürtel y el caso Bárcenas.

Juzguen ustedes y reflexionen si hay derecho a que suceda esto mientras la ciudadanía hace verdaderos milagros para llegar a final de mes, mientras se le quitan pagas a los funcionarios, mientras se recorta en sanidad, educación y dependencia, mientras nos amenazan con más privatizaciones como única vía para salir de la crisis.

En una provincia azotada por un 40% de desempleo, en estado de emergencia social y donde más de 100.000 personas desempleadas ya no perciben ningún tipo de prestación, que los representantes de los ciudadanos, que ya cobran del erario público, se pongan sobresueldos nos parece reprobable, inmoral y sobre todo, totalmente fuera de la realidad que vive el país.

De juzgado de guardia ya es que estos mismos dirigentes, que son los políticos mejor pagados del país y que se repartieron en 2011 pluses de hasta 200.000 euros en gastos de representación, hayan propuesto en la reforma de la administración local la eliminación de sueldos a los alcaldes de pueblos pequeños.

La primera en escandalizarnos con los sobresueldos fue María Dolores de Cospedal. En 2011, la número dos del PP además de percibir 31.775 euros del Senado y otros 36.082 por la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha (que ocupó desde julio), más 1.634 por trienios como abogada del Estado, ingresó 88.897 euros del PP. La misma que dejó sin sueldo a los diputados de Castilla-La Mancha, ingresó ese año 158.000 euros. Quién es Cospedal para que cobre más que el presidente del Gobierno, el presidente del Congreso, el del Senado, el Rey o el Príncipe, se puede preguntar cualquier ciudadano.

Pero la palma de todos estos dislates, se la ha llevado el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, que teniendo en Madrid un piso de alquiler pagado por el PP, por cierto un piso vinculado a la red Gürtel y que cuesta 1.455 euros al mes, cobra 1.823 euros mensuales con los que el Congreso compensa a los diputados de fuera de Madrid por los gastos que les genera la residencia en la capital. Que me lo expliquen.

Esta práctica de los sobresueldos se ha aplicado en el PP en cascada y ha llegado hasta el político gaditano Antonio Sanz, que digo yo, él que está en política desde que llevaba pantalones cortos, tiene que atesorar grandes sumas de dinero. Nadie le niega que «trabaje mucho», pero si todo el tiempo en que se ha dedicado a la política ha cobrado de esa manera, se entiende que después de tantos años y fracasos se resista a dar un paso atrás y vuelva a estar al frente del PP de Cádiz. Sanz dice que «trabaja mucho» y por eso se cree merecedor de dos sueldos, cuando hay muchos padres de familia en esta provincia que se hartan de trabajar para tener un sueldo mínimo aunque digno y otros muchos que no tienen opción a trabajar ni al desempleo por los recortes del PP.

Gastos de viaje o gasolina, de estancia, son lógicos en la actividad política, están justificados, para eso existen las facturas, pero cantidades fijas que han cobrado lo mismo el mes de abril que en pleno agosto como le pasa a él, al margen de los gastos variados que pasan al partido y sin tocar la nómina pública, son sencillamente un descaro. Utilizando una metáfora muy gaditana, a los del PP los han cogido haciendo el egipcio. Mientras con una mano cobran del erario público atizando a los demás en la exigencia de responsabilidades públicas, presumiendo siempre de honestidad, por la espalda ponen la mano.

Junto a la inmoralidad que constituye cobrar ese tipo de extras, nos enerva aún más intuir que esas cantidades tan alegres hayan podido escapar al fisco, dado como es el PP en tener contabilidad B, según ha trascendido del caso Bárcenas. Si Sanz declaró los 19.231,87 euros que figuran en la contabilidad investigada por Ruz, ésta es una duda muy fácil de disipar, basta con enseñar la declaración de la renta de esos años. El PSOE no tendría inconveniente alguno en acompañarlo en ese gesto y mostrar las declaraciones de renta y patrimonio de sus diputados y de todos sus cargos orgánicos porque en el PSOE no existen los sobresueldos, ni sueldos dobles, y mantenemos el criterio un político, un sueldo. Es más, en nuestro partido, los cargos públicos lo que hacen es donar una parte de su sueldo al PSOE para contribuir a sus finanzas, no al revés como sucede en el PP cuya militancia tiene que estar escandalizada.

Pero le queda poco tiempo al PP para ocultar que sus dirigentes cobran sobresueldos. Para cortar de raíz con esas situaciones va a servir la Ley de Transparencia que se está tramitando en el Parlamento andaluz. Situaciones tan inmorales y lamentables como ésa, que socavan el crédito de la política, se van a acabar cuando se publiquen las declaraciones de renta y patrimonio de todos los diputados en el Parlamento andaluz y los ciudadanos puedan acceder a ver qué perciben y en concepto de qué sus cargos. Entonces las cuentas serán tan públicas como alega el PP, ahora no lo son. Si las cuentas del PP han salido a la luz, ha sido forzado por el juez Ruz que ha reclamado la contabilidad del partido en las sedes de Sevilla y Málaga para continuar la investigación de los casos Gürtel y Bárcenas.

Las últimas revelaciones sobre las investigaciones de la Audiencia Nacional nos permiten llegar a la conclusión de que en el PP todos sabían lo de los sobresueldos y nadie dijo nada porque unos estaban en el ajo y otros cumplían la ley del silencio impuesta por Aznar, Rajoy y Arenas. Los tres, Arenas, Aznar y Rajoy deberían explicar cuanto antes todo lo que sepan sobre el tesorero Bárcenas cuyas cuentas en Suiza superan ya los 47 millones de euros. Demasiado dinero para amasarlo una sola persona, ¿no creen? Los tres tienen que responder ante la presunta financiación ilegal del PP, y sobre todo, tienen que depurar responsabilidades.

Como aquí en la provincia deberían hacer con los casos judiciales de la Zona Franca que guardan mucha relación con el modo tan peculiar que tiene el PP de gestionar la cosa pública.