Previsión de crecimiento Deuda Gobierno

Llega el hermanito número 18

Letonia, que en enero se incorporará al euro, registra uno de los índices de crecimiento más altos de la Unión Europea

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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La Comisión Europea acaba de dar luz verde a Letonia para que adopte el euro como moneda a partir del 1 de enero de 2014. Según Bruselas, el país báltico está preparado para ello gracias a sus excelentes indicadores macroeconómicos y a que ha logrado, según el titular de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, «un alto grado de convergencia con la Eurozona».

La decisión definitiva sobre la entrada de Letonia en la moneda única será adoptada en julio por los ministros de Economía y Finanzas de la UE, el Ecofin. Pero nadie duda de que la antigua república soviética se convierta dentro de poco más de medio año en el décimo octavo miembro de la Eurozona. Su vecina Estonia adoptó el euro en 2011, y Lituania lo hará probablemente en 2015.

Tras su adhesión a la Unión Europea, en 2004, Riga empezó a registrar tasas de crecimiento en torno al 10%. Pero todo se vino abajo en 2008 con la llegada de la crisis global. En muy poco tiempo, el estado báltico pasó de ser el de mayor crecimiento en la UE a quedarse como farolillo rojo. Su situación llegó a ser más grave incluso que la de Islandia, que llegó a la bancarrota El Estado tuvo entonces que rescatar el Parex Bank, una entidad cuyo colapso empeoró la crisis económica y financiera, y en 2011, otro banco, el Latvijas Krajbanka también se declaró en quiebra. El país entró en recesión y no quebró gracias a un programa de ayuda financiera de la UE y al Fondo Monetario Internacional. A cambio, el Gobierno letón tuvo que adoptar un estricto plan de reformas con importantes recortes en pensiones, salarios de los funcionarios públicos, subsidios y ayudas sociales. Subieron los impuestos y aumentó el desempleo hasta alcanzar casi el 21% en 2010. Miles de jóvenes abandonaron el país para poder encontrar trabajo.

Recuperar la inversión

Pero, ya a partir de ese año, la inversión se recuperó y la situación empezó a mejorar paulatinamente. En 2011 y 2012 el crecimiento fue superior al 5% y está previsto que en 2013 se acerque el 4%. Olli Rehn dijo la semana pasada que «la experiencia de Letonia demuestra que un país puede superar con éxito sus desequilibrios macroeconómicos, incluso siendo graves, y salir fortalecido». El comisario europeo afirmó que los esfuerzos tienen «su recompensa porque las previsiones indican que Riga será la economía de la Unión Europea que crezca a mayor velocidad este año».

Letonia tiene ahora un índice de paro del 12,8%, más o menos en la media de la UE. Su inflación es del 1,3% -el valor de referencia establecido es del 2,7%-, un prodigio teniendo en cuenta que hasta 2008 superaba el 10%. El déficit presupuestario, según datos del año pasado, alcanza el 1,2% tras llegar hasta el 8,1% en 2010, y se prevé que en 2013 se mantenga ligeramente por encima del 1%.

El Estado letón carecía de deuda en 1991, tras desgajarse de la URSS, y en 2004, al integrarse en la UE, ésta alcanzaba el 15% del Producto Interior Bruto. Los programas de ayuda adoptados a partir de 2008 la situaron en el 44,4% del PIB; el año pasado descendió hasta el 40,7% y en 2013 podría situarse en el 43,2% mientras que la media en la Unión Europea es del 85% con un valor de referencia del 60%.

En cuanto a los tipos de interés a largo plazo, en abril marcaban el 3,8%. El valor de referencia es del 5,5%. Se ha acordado que el lat, la moneda local, se mantenga con respecto al euro con una fluctuación que no supere el 1%. Bruselas, ante la perspectiva de ingreso de Letonia en la Eurozona, nunca permitió a las autoridades de Riga que devaluaran su moneda.

Pero Letonia sigue siendo todavía uno de los países más pobres de la Unión Europea, con un PIB per cápita de 11.105 euros. El milagro de poder abrirse camino hacia el euro con tanta rapidez se ha conseguido bajo la batuta de su primer ministro, Valdis Dombrovskis, líder del partido Unidad y artífice de la coalición de centro derecha que gobierna el país desde 2009.

Su ministro de Finanzas, Andris Vilksm, cree que el ingreso de su país en la Eurozona «llevará a un mayor crecimiento de nuestra economía, creará mejores condiciones para los negocios y hará más previsible el medio macroeconómico». Olli Rehn, por su parte, está convencido de que la decisión de Letonia «es una señal de confianza en nuestra moneda y pone de manifiesto el error de los que predecían la desintegración de la zona euro».

Economía sumergida

Pero existen también riesgos. El Banco Central Europeo alerta del peso que aún tiene en Letonia la economía sumergida, que se traduce en pérdidas de ingresos al erario público, perjudica la competitividad y reduce el atractivo del país como destino para las inversiones.

Los bancos letones dependen además excesivamente de los ahorradores extranjeros, dueños aproximadamente la mitad de los depósitos. Son, en su mayoría, empresas y particulares de Rusia y otros países de la antigua Unión Soviética. La desbandada de estos depositantes en 2008 fue precisamente lo que puso al Parex Bank en situación crítica. Letonia, al formar parte del acuerdo Schengen, tiene un especial atractivo para los rusos. Allí, conseguir el permiso de residencia, que permite moverse por otros muchos países de Europa, se logra comprando una vivienda de más de 140.000 euros.

Ante la expectativa de ingreso de Letonia en la moneda única, la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's ha elevado la valoración de su solvencia a largo plazo de BBB a BBB+. Es la misma nota de Italia, Irlanda y Malta y mejor que la de España (BBB-).

es la valoración de la solvencia a largo plazo de Letonia calificada por Standard and Poor's.