Arcos se queda sin cine tres meses después de su última reapertura

La falta de público ha hecho que el telón se baje cuando apenas se había levantado. El multicine del Centro Comercial Las Tiendas de Arcos, que gestionaba la empresa Cines Plaza de San Fernando, ha cerrado sus puertas unos tres meses después de reabrir una instalación que estuvo unos 8 años cerrada antes de la llegada del empresario Agustín Huelva. La empresa llegó a la localidad como una gran oportunidad para una decena de empleados pero la situación económica que vive Arcos y la comarca ha hecho que la afluencia de público haya sido mínima por lo que «el pasado 26 de mayo asumimos que no podíamos aguantar más y echamos el cierre», destaca Charo Zambrano, gerente del Cine Plaza de Arcos.

Esta decisión no ha llegado sola para un centro comercial que, ya de por sí, no termina de despegar. La crisis económica también provocado que dejen de abrir sus puertas negocios de moda, un bazar e incluso el de la zapatería de la reconocida empresa local Calzados Payma, que ocupaba uno de los locales más amplios. Según ha podido saber LA VOZ, antes de estos cierres y de la reapertura fallida de las seis salas de cine, la empresa que gestiona el Centro Comercial, Gentalia, se estaba replanteando la posibilidad de reacondicionar algunos locales, entre ellos los del propio cine, para crear tiendas más pequeñas que tratarían de garantizar una mayor afluencia de público gracias a la instalación de una oferta más variada. La tienda de Carrefour es de lo poco que aguanta el tirón en una instalación comercial que apenas tiene el 40% de su superficie comercial, a parte del hipermercado, abierta. Con los cambios, la instalación trataría de competir, en cierto modo, con la gran competencia de la zona comercial de Jerez que es la que atrae a los consumidores arcenses y de buena parte de la Sierra.

Con polémica

La reapertura del cine de Arcos generó bastante polémica en la población, por el método de recogida de currículums que la empresa organizó. En concreto, no se habilitó ninguna dirección donde se pudieran entregar los mismos sino que se realizó una convocatoria pública que congregó a más de 4.000 personas, en un solo día, a la puerta de las instalaciones. Muchos mostraron su malestar entonces por la forma elegida ya que las entrevistas apenas podían durar un par de minutos y, aún así, muchos aspirantes tuvieron que esperar varias horas para entregar su solicitud. Entonces no fueron pocos, incluyendo a los partidos políticos de la oposición local, los que aseguraron que todo podía ser una maniobra de marketing para dar a conocer la reapertura de la instalación.