El líder de Hezbolá promete la «victoria» del régimen de El-Asad

La «victoria» en Siria centró el extenso discurso con el que Hasán Nasrala conmemoró el 13 aniversario de la retirada de Israel del sur de Líbano. El secretario general de Hezbolá calificó a Bashar el-Asad como «la columna vertebral» de la resistencia frente al Estado hebreo y justificó el envío de milicianos al país vecino ya que «no podíamos quedarnos de brazos cruzados y por ello lanzamos una nueva fase que consiste en la protección».

Las palabras de Nasrala llegaron una semana después del inicio de la ofensiva por Qusair, ciudad estratégica en la frontera entre Siria y Líbano, que vivió una jornada en la que se intensificaron los ataques por parte de Ejército, paramilitares y milicianos de Hezbolá que tratan de acabar con la presencia de opositores armados. Nasrala reconoció el envío de «pocos» hombres a esta batalla frente a los «miles de extremistas» enviados por los países que apoyan el levantamiento contra El-Asad, por lo que no lo considera una injerencia en los asuntos internos de Siria.

Qusair, a poco más de una hora en coche de Damasco, es el frente más activo en estos momentos en los que la diplomacia ultima los detalles para la conferencia de paz apadrinada por rusos y estadounidenses que se celebrará en Ginebra a comienzos del mes que viene. Las autoridades sirias parecen dispuestas a tomar parte en un encuentro en el que Francia se niega a que Irán, principal aliado regional de El-Asad, esté presente porque «no busca una solución política. Es más: se ha lanzado directamente a la batalla», según el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius.

El Ministerio de Defensa del régimen de los ayatolás respondió a las acusaciones de Fabius con un comunicado en el que aseguraban que «la república islámica nunca ha enviado fuerzas militares a Siria y no lo hará jamás».