Soraya Sáenz de Santamaría conversa ayer con varios periodistas; en las imágenes pequeñas, los 'tuits' de Beatriz Escudero. :: EFE / R. C.
Sociedad

Sáenz de Santamaría atiza la polémica del aborto y afirma que no es un derecho

La vicepresidenta no pide perdón por las palabras de Fernández Díaz y mezcla la interrupción voluntaria del embarazo con el soberanismo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Aunque no exista, a la luz pública, ningún papel escrito con las ideas definitivas, la reforma de la ley del aborto está provocando más quebraderos de cabeza a los dirigentes populares que otros planes gubernamentales. Sobre todo, porque todavía el Ejecutivo no tiene marcado un calendario para anular la actual legislación del aborto libre en las primeras 14 semanas de embarazo y sustituirla por una similar a la que se aprobó en 1985. Solo se conoce que el ministro de Justicia quiere eliminar el supuesto de malformación del feto y eso todavía está «abierto», como reconoció el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso.

Pero lo que está provocando la interrupción voluntaria del embarazo es que el PP mezcle asuntos de toda índole para defender una reforma que estaba incluida en su programa electoral. El martes fue el ministro del Interior quien juntó en la misma frase este polémico asunto con ETA. «El aborto tiene poco que ver con ETA. Bueno, tiene algo que ver, pero en fin, no demasiado», dijo Jorge Fernández Díaz, quien tuvo que aclarar sus palabras -quería hablar primero de las seis detenciones de presuntos etarras y luego dar su opinión- ante la multitud de quejas. A pesar de las disculpas, la oposición continuó ayer pidiendo la dimisión del titular de Interior y un perdón gubernamental ante esta frase. El objetivo de la bancada socialista era, en esta ocasión, Soraya Sáenz de Santamaría. «No abandone el hemiciclo sin pedir excusas. Hágalo si puede, porque si no lo hace es porque no quiere y comparte todo», le espetó la socialista Soraya Rodríguez en la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara baja. Además, le recordó que «abortar es un derecho».

Calamares

En la réplica, la vicepresidenta aseveró todo lo contrario, que abortar «no es un derecho de todos los españoles». Y para contrarrestar las palabras de la portavoz del principal partido de la oposición, vinculó las posturas de los socialistas catalanes y del PSOE con los planes soberanistas de la Generalitat catalana. Criticó que el PSC acudiera a una reunión para hablar de soberanía, «algo que afecta a todos los españoles». «Sí que es un derecho que afecta a todos los españoles y no como el aborto. Es el derecho a decidir lo que todos los españoles somos y significamos», argumentó la número dos de Mariano Rajoy durante el rifirrafe semanal. Sáenz de Santamaría cerró el debate sin rectificar las palabras de su compañero de Gabinete, lo que también le ha valido una reprimenda del socialista José Luis Abalos. «La vicepresidenta Soraya, muy moderna a la hora del posado sexy, pero poco a la hora de defender el derecho a decidir de las mujeres», escribió en Twitter.

Una red social que también sirvió para que la popular Beatriz Escudero se explayase sobre su postura antiabortista, la misma que defendió desde la tribuna del Congreso de los Diputados el martes. La diputada por Segovia aseguró en su cuenta personal que «los proabortistas votan defender los embriones de cefalópodos y mamíferos porque sufren. ¿Por qué no defienden el embrión de un ser humano?». Escudero también insistió en uno de los argumentos que más sorpresa causó cuando defendió la postura del PP. Entonces aseguró que las mujeres menos formadas abortaban más que las féminas con más estudios. En la red de los 140 caracteres continuó en la misma línea: «Las estadísticas demuestran que un 31% de mujeres sin estudios abortan frente a un 5% de universitarias. Es un hecho».

A pesar de las críticas, la diputada se reafirmó en su postura. «Abortan más las mujeres asalariadas que las paradas. Otro hecho», dijo antes de silenciar de forma temporal su cuenta en Twitter con más gasolina: «Ante tantos insultos recibidos, ¿cómo voy a pedir respeto a mis ideas y trabajo a aquellos que no respetan la vida de otro ser humano?». Los partidos de la oposición no tardaron en desacreditar las palabras de la diputada popular. Gaspar Llamazares aseveró que la diputada del PP había demostrado con sus palabras su «ignorancia sobre la salud pública», además de demostrar el «dogmatismo» de un partido que «se escora demasiado hacia las posiciones clericales y más extremas de la derecha».

Villalobos, sancionada

La moción que defendió el PSOE para pedir al Gobierno que no reforme la ley del aborto también ha tenido una víctima colateral en el PP: Celia Villalobos. La dirección del grupo popular decidió sancionar económicamente y amonestar a la vicepresidenta primera de la Cámara por ausentarse ayer y no votar en contra.

No es la primera vez que Villalobos disiente de la postura oficial de su partido en diversas cuestiones. Ya rompió la disciplina de voto en otras ocasiones, como en 2005 cuando apoyó la ley que regula el matrimonio de personas del mismo sexo durante el Gobierno de Zapatero.