La influenza más dura

Los peores temores de muchos científicos y de las autoridades sanitarias se han cumplido. La gripe aviar ataca de nuevo y ha logrado expandirse. Otra vez, el eje de la enfermedad está en Asia. El nuevo brote estaba concentrado en Shanghái, la principal ciudad económica del gigante asiático, y las zonas de Zhejiang, Jiangsu y Anhui. El jueves, Taiwán reconoció que se había producido el primer caso de una persona contaminada en su territorio y que iba a estudiar todas las opciones para evitar una propagación.

Esta nueva víctima es un hombre de 53 años que había visitado recientemente la ciudad de Suzhou, ubicada en la provincia de Jiangsu (este del país). En un principio, los médicos pensaron que la alta temperatura de su cuerpo se debía a una infección estomacal, pero después las pruebas confirmaron que se trataba de gripe aviar.

Este caso provocó que Singapur y Japón hayan decidido redoblar los controles para evitar el contagio de sus ciudadanos. Por el momento, el Gobierno de Pekín reconoce que hay 114 personas afectadas y 23 muertos por esta cepa y asegura que la gripe se había extendido a otras dos provincias del este del país (Jiangxi y Fujian). Sin embargo, hay un aspecto positivo dentro de esta alerta sanitaria: no se ha detectado, por el momento, que se haya producido ningún contagio entre humanos.

Todas las infecciones se han producido por estar cerca de aves, algo casi imposible de evitar en China. El consumo avícola, la afición a tener pájaros como mascotas y las deficientes medidas sanitarias son unos factores muy importantes para que los dirigentes del gigante asiático tengan un nuevo dolor de cabeza con esta nueva influenza.

La revista The Lancet desveló que los análisis genéticos del virus H7N9 en algunos enfermos fueron comparados con el virus proveniente de un pollo de un mercado avícola. «Los científicos llegaron a la conclusión de que las similitudes entre los virus aislados sugieren una transmisión esporádica de las aves de corral al hombre. Las pruebas en cuanto a la epidemiología y virología sugieren que se trata puramente de una transmisión de aves al hombre, y el control (del contagio entre humanos) dependerá del control del brote entre las aves de corral», dijo el profesor Kwok-Yung Yuen de la Universidad de Hong-Kong, uno de los autores del estudio.

Mientras las autoridades chinas destinan unos 36 millones de euros para paliar los efectos de la gripe entre sus ciudadanos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue con sus investigaciones para determinar las características propias de este virus. Los expertos de la OMS ya han dado algunas de las claves de esta nueva gripe.

Personas mayores

Detectaron que tiene unas cualidades que hace que sea más fácil el tránsito entre las aves y los humanos; también aseguraron que es difícil de detectar porque no tiene síntomas externos muy apreciables, lo que dificulta la monotorización de la pandemia. «Este es uno de los virus de gripe más letales que hayamos visto hasta ahora», señaló el doctor Keiji Fukuoka, responsable de la misión de la OMS en Pekín. Mucho más, señaló, que la de 2003 -H5N1- que devastó las explotaciones avícolas asiáticas en 2003. Desde entonces, esta variante ha acabado la vida de unas 360 personas en todo el mundo.

Otra de las características de la H7N9 es la edad de las personas infectadas o muertas. Todas superaban los 60 años, un hecho que la organización dependiente de Naciones Unidas también está teniendo en consideración a la hora de elaborar sus informes. La OMS analizó 63 casos y detectó que el 71% eran hombres y la edad media de los enfermos, 64 años.

La excepción a estos casos ha sido una niña pekinesa de 7 años que se curó sin problemas. Esta marcada incidencia sobre la población mayor sorprendió a la OMS, sobre todo porque en la pirámide poblacional china abundan más los hombres jóvenes y las mujeres mayores. Este perfil rompe con el anterior brote de gripe aviar, el H5N1, que afectó más a personas jóvenes -una edad media de 26 años-. Fue entonces, en 2006, cuando se dio el primer caso en un español. Lo que no cambian en ninguno de los casos son los síntomas. Fiebre alta -más allá de los 38 grados- y todos los síntomas gripales; en varios casos se han detectado diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor torácico y sangrado por la nariz y las encías.