La banca acreedora de Pescanova quiere más datos antes de dar nuevo crédito

La banca acreedora de Pescanova quiere que la empresa le presente ya 'corregidas' sus cuentas anuales de 2012, que todavía no han sido aprobadas -distintas fuentes hablan de una presunta deuda oculta que elevaría el pasivo hasta los 2.500 millones de euros, 1.000 más que los reconocidos- antes de decidir si le concede una nueva línea de financiación que podría llegar hasta los 100 millones. Ese es el planteamiento que desde el grupo gallego han hecho llegar a las entidades financieras.

En aras a no abocar a la empresa de alimentación a una suspensión de pagos -se halla en fase preconcursal y tiene cuatro meses para alcanzar un acuerdo sobre su viabilidad-, los bancos están decididos a no ejecutar esos préstamos. Pero también quiere conocer antes la auditoría encargada a mediados de mes a la firma BDO.

Este martes podría haber una reunión de la banca para estudiar el anticipo de un nuevo crédito. Mientras, varios accionistas de peso insisten en la celebración de un consejo extraordinario.