Benedicto XVI saluda a los files congregados en la plaza de San Pedro. :: FRANCESCO SFORZA / AFP
ESPAÑA

La última y masiva audiencia en San Pedro, el día 27

ROMA. Actualizado: Guardar
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El Papa hablará hoy en público por primera vez desde que anunciara el lunes su renuncia y hay gran expectación por oír sus palabras. Asistirá como todos los miércoles a la audiencia general, abierta a todo el mundo y que en invierno se celebra en un auditorio pegado a la plaza de San Pedro. Por la tarde celebrará el Miércoles de Ceniza en la basílica, tras suspender una procesión en Roma.

Mantendrá la agenda ya fijada, con alguna audiencia ya programada, pero luego desaparecerá, como es costumbre al inicio de la Cuaresma, para participar en unos ejercicios espirituales de una semana con todos los cardenales.

Naturalmente este año tendrán un sentido especial. Cuando regrese a la actividad pública ya solo quedará una audiencia general, prevista para el día 27, víspera de su renuncia oficial, un acto que ya se plantea como una multitudinaria despedida al pontífice alemán. La elección del momento no parece casual en un papa tan apegado a los símbolos. Anunció su marcha el día de la Virgen de Lourdes, día mundial del enfermo. También es el inicio de la Cuaresma, un periodo de silencio y penitencia en el que la Iglesia debe hacer examen de conciencia. Esta vez, de cómo se ha llegado hasta aquí y pensar en un sucesor del pontífice.

La sede vacante empieza justo después de los ejercicios espirituales, predicados por un 'papable', el italiano Gianfranco Ravasi, y el cónclave arrancará a mediados de mes, entre el 15 y 20 de marzo. Se prevé que el nuevo Papa se estrene en las celebraciones de Semana Santa. Es decir, que festeje, en todos los sentidos tras un periodo convulso, la Resurrección. También de la Iglesia en una nueva fase.