Contrato para construir 50.000 viviendas en Argelia

Día redondo para Mariano Rajoy en Argelia; la noticia de que CiU y ERC habían pactado una declaración en la que exigen ser un estado propio le cogió en pleno vuelo de regreso. El presidente del Gobierno y cinco de sus ministros -José Manuel García-Margallo, Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz, José Manuel Soria y José Ignacio Wert- participaron en Argel en la quinta reunión de alto nivel que celebran ambos países con el objetivo de recuperar la buena sintonía entre los gobiernos, que decayó, según fuentes del Ejecutivo, tras la preferencia que mostró la administración de José Luis Rodríguez Zapatero hacia Marruecos, uno de los países con los que Argelia se disputa la supremacía en el Magreb, durante la pasada legislatura.

Mariano Rajoy y su homólogo Abdelaziz Buteflika abordaron la situación de Malí -que preocupa mucho a Madrid por la proliferación de grupos terroristas y de narcotraficantes que amenazan con secuestrar cooperantes- y de otros países de la región como Mauritania, Túnez y especialmente Siria. También abordaron el contencioso del Sáhara, donde España mantiene su total respaldo a la última disposición de la ONU, que auspicia una solución pactada entre el Frente Polisario y Marruecos. Este es un tema sensible para Argelia ya que en su suelo se refugian decenas de miles de saharauis.

El otro gran reto de la delegación española era allanar el camino a las empresas nacionales que aspiran a las licitaciones que el Gobierno argelino va a realizar en los próximos meses. Quiere sacar adelante grandes proyectos en materia de energía -sobre todo renovables y desaladoras-, construcción naval y, especialmente, de vivienda. De hecho, la titular de Fomento, Ana Pastor, confirmó que dos grandes firmas españolas -Ortiz y Assignia- han logrado de manera definitiva el permiso de las autoridades argelinas para construir 50.000 casas. El cemento y los ladrillos también serán españoles.