ANDALUCÍA

SORDINA

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LA cuestión autonómica no es una preocupación en Andalucía. Es lo que dice el barómetro de opinión del IESA-CSIC hecho público el viernes. Casi la mitad de los andaluces opina que el modelo de Estado descentralizado en autonomías funciona y es bastante bueno y un 42% cree que es mejor que otros sistemas de organización territorial. Viendo datos como estos, una se pregunta qué hace Griñán insistiendo tanto en el debate autonómico y en abrir el melón de la confrontación sobre este espinoso asunto. Le veo razón en que se deberían clarificar las competencias del Estado y las de las autonomías y que se decidiera un reparto del dinero y una fiscalidad igual para todos. De esta forma se evitarían no pocas tensiones entre las comunidades y el Estado. Pero como él mismo dice, es necesario el consenso para una reforma del calado que pregona con la modificación de la Constitución de 1978. No hay clima propicio para ese consenso y su propuesta suena a enmendarle la plana a Rubalcaba sobre la estrategia de partido a nivel estatal.

Hay un dato a tener en cuenta que debería preocupar más y es el aumento de los andaluces que piensan que estaríamos mejor con un gobierno central sin autonomía. Un 20,3% opina ya así. Quizás Griñán debería mirar más hacia dentro y menos hacia fuera. Más acertada me parece su política de contrarreformas con los recortes de Rajoy. Si en algo favorece el sondeo a PSOE e IU es en esto: los andaluces parecen esperanzados de que aquí los efectos de los recortes sean menos dolorosos por el colchón de las medidas correctoras de la Junta. Ahora hay que no dejar que sea solo teoría y devolver la fe a los descreídos del sistema autonómico.

Lo más llamativo del barómetro desde luego es el descrédito de la actividad política, a lo que contribuye no ya la corrupción sino la falta de soluciones para restar afiliados a las listas del paro. Es lo que ha hecho caer en picado al PP de Zoido. El desplome del PP hay que buscarlo en Rajoy y no tanto en el cambio de liderazgo del PP andaluz. Solo un 27% conoce a Zoido y un porcentaje elevado no se ha enterado que ha sustituido a Javier Arenas. Claro que esto no solo es achacable a los encuestados. Durante la visita de Rajoy a Sevilla el pasado martes para apoyar a Zoido se escuchó a varios dirigentes del PP andaluz llamar 'jefe' a Javier Arenas.

La sordina es un artilugio cuya franquicia todos se disputan. No hay más que leer las reacciones al sondeo. Nada de autocrítica. Tapan el espejo para no mirarse. Así salen a la calle: hechos unos zorros.