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La marcha de los trabajadores de Navantia termina con tres detenidos

Los disturbios con la Policía se produjeron cuando les impidieron el paso hacia el Ayuntamiento, frente al que pretendían concentrarse diez minutos

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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La marcha espontánea que inició ayer la plantilla de Navantia para demandar carga de trabajo finalizó con disturbios con la Policía, que se saldaron con tres trabajadores detenidos. La movilización, aprobada por la asamblea esa misma mañana, comenzó con una hora de retraso, ya que un fuerte dispositivo policial impidió a los trabajadores que partieran de la fábrica. Finalmente lo hicieron y recorrieron varias calles de la ciudad, pero no llegaron, tal y como era su objetivo, al Consistorio.

La escalada de protestas y demanda de empleo en la Bahía no da tregua. Si el lunes fueron los ex trabajadores de Delphi los que marcharon desde la factoría hasta la Delegación de Empleo en Cádiz, con el consecuente colapso de tráfico, ayer fueron los empleados de Navantia -que también se unieron a la citada movilización- los que decidieron llevar sus reivindicaciones por las calles de San Fernando. Fuentes de Comisiones Obreras explicaron que, tras la salida del astillero, la marcha discurrió por la barriada Bazán y el Puente Jesús del Gran Poder hasta alcanzar la calle Real. La idea era culminar la movilización en la sede del Partido Popular y, a continuación, ante la Casa Consistorial.

En este punto, la Policía se negó a permitir que continuara la marcha y fue entonces cuando se produjeron los disturbios. Según CC OO, la fuerte presencia policial impidió que avanzaran y saltó la chispa entre los agentes y los manifestantes. Entre los tres detenidos se hallaba el presidente del comité de empresa, José Antonio Oliva.

Furgones policiales en la salida

Momentos antes, éste agradeció la participación de los trabajadores, aseguró que el objetivo estaba cumplido y que finalmente permanecerían durante diez minutos concentrados frente al Ayuntamiento antes de proceder a disolver la protesta. Pero el cordón policial lo impidió y se produjeron los enfrentamientos. Antes, en la salida, hasta siete furgones policiales se apostaron en la carretera de La Carraca que conduce hacia el astillero. Los medios de comunicación no pudieron pasar del Puente de Hierro, y esta situación se mantuvo aproximadamente durante una hora.

Con la marcha ya en la calle, los trabajadores, alrededor del millar que compone la plantilla, lograron alcanzar el puente de Jesús del Gran Poder, que salva la autovía CA-33, y tomaron después la calle Real desde la Venta de Vargas, con la idea de acabar en la Plaza del Rey previo paso por la sede de los populares, en la calle José López Rodríguez, detrás del Mercado de Abastos.