:: FOTOGRAFÍA ANTONIO ROMERO
Sierra

Los bandoleros vuelven a cabalgar

La partida de José María 'El Tempranillo' volvió a hacer de las suyas en una jornada muy calurosa en la que no faltó público en la localidad serrana Grazalema se llena de visitantes para vivir la sexta edición de 'Sangre y Amor en la Sierra'

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El espíritu bandolero sigue vivo en Grazalema y el pueblo entero se encarga de ello. José María 'El Tempranillo' y los que forman parte de su partida bajaron el pasado viernes de la montaña al pueblo, abandonando los escondites desde donde desafían a los 'migueletes', la policía de Fernando VII, haciéndose con el control de una localidad que volvió a recordar su pasado con grandeza. Los vecinos se encargaron de que eso fuera así participando en la recreación de 21 escenas teatrales que 110 actores aficionados han preparado durante meses.

El poblado de los Asomaderos se convirtió ayer en uno de los caminos más transitados de 1832. Los bandoleros hicieron de este lugar su guarida desde donde preparar los asaltos a los ricos, para entregárselo a los pobres, y su defensa de las injusticias que contra el pueblo llano se cometía. Cientos de personas no quisieron perderse este espectáculo y la localidad prácticamente se quedó pequeña, hasta el punto de que resultaba muy complicado encontrar aparcamiento, a pesar de que se habían preparado 1.020 estacionamientos extraordinarios.

Las altas temperaturas fueron también protagonistas en una jornada en la que Grazalema reivindicó su papel como un gran enclave turístico y cultural. La participación de sus vecinos en la recreación fue de lo más destacado en un evento que ya se encuentra totalmente consolidado en solo seis años de historia. Su alcaldesa, María José Lara (PSOE), destacaba la gran acogida que tiene el evento en cuanto al número de visitantes, al tiempo que hacía sus pinitos en uno de los escenarios. Y es que aquí todos participan, de una u otra forma.

La buena mano de los responsables de la interpretación de las escenas cada vez es más evidente, hasta el punto de que cualquiera de los que se aproximen por primera vez a la cita y no la conozcan, podrían llegar a pensar que se trata de una representación teatral profesional. No faltaron llantos del público en las recreaciones de la muerte de María Jerónima, la mujer de 'El Tempranillo', o la ejecución de un campesino al que robaron sus tierras y decidió unirse a los bandoleros.

El actor Alfonso Bergara, pregonero de este año, dejó ayer la localidad escoltado por bandoleros y migueletes pero reconociendo que «una parte de mí se queda en esta gran fiesta, que me hubiera encantado conocer de incógnito».