Concentración a las puertas del Juzgado mientras declaraba el padre de los niños. :: EFE/SALAS
ANDALUCÍA

Bretón dice que quemó una cabeza de cordero, un perro y un gato

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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José Bretón no se movió este miércoles ni un ápice de su versión inicial y por quinta vez volvió a defender ante el juez que instruye la desaparición de sus hijos que perdió a los pequeños Ruth y José cuando se dirigían a un parque. De hecho, se desmarcó de la presencia de restos humanos en la hoguera localizada en la finca familiar de Las Quemadillas y aseguró que se trataba de restos de animales que estaban en la parcela, en concreto «una cabeza de cordero, un perro y un gato» que quemó, según detalló posteriormente la acusación particular.

Desde que la semana pasada tres nuevos informes periciales externos confirmaran que los restos óseos hallados entre las cenizas eran de naturaleza humana, el padre de los pequeños está acusado de dos delitos de asesinato con alevosía y agravante de parentesco. Sin embargo, esta imputación no ha servido para que haga una confesión o tuviera un momento de debilidad. Enfrentado a esas evidencias, se ha mantenido inmutable y «no ha dicho absolutamente nada». «Solo que todos los informes son mentira», apostilló.

Según la letrada de Ruth Ortiz, madre de los menores, Bretón mantuvo el tono «chulesco» ante el juez de anteriores comparecencias y su postura «absurda de decir que aquí no ha pasado nada» porque los pequeños se perdieron de camino a un parque cordobés. Incluso se permitió asegurar que era «muy natural» el modo en que estaba realizada la hoguera, convertida en una suerte de horno crematorio al taparla con una mesa metálica. «Pero no hace falta que diga nada, a los niños ya los hemos encontrado», lamentó la letrada, María del Reposo Carrero.

La abogada explicó que junto al segundo volcado de los datos del teléfono móvil de Bretón , del que espera nuevas pistas sobre lo que pasó el 8 de octubre de 2011, ha pedido la deducción de testimonio contra tres de sus familiares, su madre Antonia, su hermano Rafael y su cuñado José Ortega, al considerar que aunque no participaron directamente en los hechos, sí «mintieron u ocultaron información» para encubrir al padre de los menores por lo que pudieron tener algún conocimiento de lo sucedido y dificultar o retrasar la investigación.

La letrada se mostró muy crítica con los errores policiales, que han motivado que «los restos de los niños estén circulando por un laboratorio», y solicitó que la familia materna pueda enterrarlos de una vez para mitigar su dolor. Por su parte, el juez solicitó a la Policía Científica que realice un nuevo peritaje, el quinto, para que este Cuerpo corrobore o corrija el primer informe que se realizó sobre los restos óseos y que concluyó que eran de animales.