Manifestantes por las calles de Buenos Aires el 20 de noviembre del 2001. :: ALI BURAFI / AFP
MUNDO

Argentina abandona el 'corralito' once años después

El Gobierno de Cristina Fernández destaca que ha superado la crisis económica «con crecimiento» y sin realizar «ajustes»

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Once años después de la crisis económica argentina que derivó en la confiscación de los depósitos bancarios de miles de ahorradores por parte de las entidades financieras en el llamado 'corralito', el Gobierno de Cristina Fernández cancelará hoy la última cuota de los bonos emitidos por el Estado para compensar a esos ciudadanos. «Es el fin de una etapa, y demuestra que se puede hacer frente a una situación terminal con crecimiento y sin ajustes», destacó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

Con gran esfuerzo fiscal, sin acceso al mercado de deuda soberana -por las elevadas tasas de interés que se le exigen- y sin renunciar al crecimiento de la actividad económica, el país pagará 2.200 millones de dólares (1.780 millones de euros), el último plazo sobre un compromiso total de 19.500 millones (15.860 millones de euros).

El 'corralito' fue decretado por el presidente Fernando de la Rúa y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, en diciembre de 2001 para frenar la salida masiva de depósitos debido a la crisis económica y financiera que vivía Argentina, con la economía del país en fuerte retroceso desde hacía tres años (había caído un 25%), un alto nivel de paro y una abultada deuda externa.

Pero la medida que restringía a los particulares el acceso a los ahorros, no hizo más que aumentar la desconfianza y la crisis se tradujo en un colapso. En pocos días, De la Rúa tuvo que renunciar por las protestas sociales -donde murieron 33 personas- y poco después se precipitó el cese de pagos de la deuda y la devaluación monetaria.

Con la depreciación, resultó imposible que los bancos, que habían tomado depósitos en divisa extranjera a una cotización de un peso por dólar, devolviesen los ahorros en la moneda estadounidense cuya cotización ya trepaba hasta cerca de tres pesos.