El vicemariscal Hyong Yong-chol.
MUNDO

Kim Jong-un continúa el plan de reforma del Ejército norcoreano

Asciende al puesto de vicemariscal a un general desconocido, que se perfila como sucesor del destituido jefe del Estado Mayor

SHANGHÁI. Actualizado: Guardar
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Al Líder Supremo de Corea del Norte le gusta dar sorpresas. Kim Jong-un hizo enfermar el domingo al jefe del Estado Mayor del Ejército, Ri Yong-ho, para cesarlo de todos los cargos que desempeñaba este peso pesado del círculo de poder, que fue leal a su padre, Kim Jong-il, y ayer completó la inesperada jugada al anunciar el nombramiento de quien podría ser su sustituto: Hyong Yong-chol. Fue ascendido a general hace solo dos años, y ni siquiera es uno de los miembros de la Comisión Militar Central. Por eso resulta asombroso que el tercer emperador comunista de la saga de los Kim lo haya aupado ahora al puesto de vicemariscal del Ejército.

Aunque comparte cargo con otros tres militares, parece demasiada coincidencia que el nombramiento de Hyong se haya producido un día después del cese de quien estaba al frente del nutrido Ejército, que cuenta con más de 1,2 millones de efectivos y que, oficialmente, todavía no tiene jefe. «No podemos asegurar inmediatamente que Hyong sea el sustituto de Ri, pero la sucesión de eventos deja claro que va a ser una pieza clave del círculo de poder que está creando el joven Kim», aseguró ayer a Bloomberg Koh Yu Hwan, profesor de Estudios Norcoreanos de la universidad de Dongguk, en Seúl.

Como en muchas otras ocasiones, Hyong parece surgir de la nada. La agencia de noticias oficial KCNA solo lo ha mencionado en tres ocasiones desde 2008, y poco se sabe de este general. Únicamente hay constancia de que pertenece al grupo de 120 hombres que componen el Comité Central del Partido de los Trabajadores. Lo demás son especulaciones. Algunas fuentes surcoreanas aseguran que su familia luchó contra los invasores japoneses al lado del fundador de la patria y Eterno Presidente, Kim Il-sung. Pero, en realidad, de él no se sabe ni la edad. De hecho, las fotografías que hay de Hyong son retratos sin fecha, más propios de un mal paparazzi, borrosos y granulados, que de alguien con relevancia de Estado.

Estos movimientos en la cúpula del Ejército dan alas a quienes esperan reformas económicas y políticas en breve. La formación recibida en el extranjero debería predisponer a Kim Jong-un a impulsar una apertura como la que Deng Xiaoping diseñó para la vecina y única aliada, China. El portavoz del Ministerio de la Reunificación surcoreano, Kim Hyung-suk, que no quiso comentar los últimos acontecimientos, sí que se refirió ayer a otro aspecto de interés que apunta en esta dirección: la velocidad con la que se han dado a conocer las noticias. «Eso nos hace pensar que Corea del Norte está promoviendo un giro hacia la reforma y la transparencia, pero todavía tenemos que seguir de cerca la situación para confirmar ese extremo».

El Ministerio de Economía surcoreano, por su parte, ha puesto ya a trabajar a un grupo de analistas que prepararán planes de contingencia para un eventual giro en el rumbo de la hermana comunista, aunque el ministro, Bahk Jae-wan aseguró después de conocer la destitución de Ri que «predecir el futuro de Corea del Norte es más difícil que aventurar lo que sucederá con el euro».