Apuntes

La herida sigue abierta

A pesar de las buenas palabras de la víspera y de la deportividad al conocerse los resultados, el PSOE ha sido incapaz de integrar a la candidatura perdedora en la nueva Ejecutiva Provincial

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Parecía que soplaban tiempos de alivio para el PSOE provincial, que al fin había entendido que tenía que solventar sus diferencias de forma rotunda y rápida para ponerse a trabajar por los ciudadanos. Tras meses, años, de espectáculo de intrigas y divisiones en una provincia que el propio Griñán bautizó como 'Cádiz-Herzegovina', parecía que se agotaba el plazo para las diferencias internas. Tanto Rafael Quirós como Irene García aseguraron en la víspera del Congreso Provincial que integrarían a miembros de la otra candidatura, la que perdiera, en la nueva Ejecutiva Provincial. Ambos hablaron y hablaron de que no tenía sentido marginar a la mitad de todo un partido, a la mitad de una formación histórica que tiene tanto que aportar como la otra. Incluso, durante la cita del pasado sábado en Chiclana parecía que esa actitud sensata se mantenía vigente. A pesar de los enésimos y postreros exabruptos de González Cabaña en su despedida, todas las partes aceptaron el resultado, lo declararon limpio y se conjuraron para ponerse a trabajar en una misma dirección: recuperar la enorme desventaja que le ha cedido al PP tras tres derrotas electorales consecutivas.

Sin embargo, han bastado unas horas para comprobar que la división sigue intacta y que, para los socialistas, sus problemas internos aún son más importantes que los de los ciudadanos. La lista ganadora, la de Irene García, no ha incluido a ningún miembro relevante de la contraria en su Ejecutiva Provincial, en su primer equipo de trabajo.

Ese gesto, impulsado por la incomprensión e intolerancia de ambas partes, demuestra que el fair play de los socialistas durante la jornada del sábado fue un puro paripé y que su fractura sale de la cita chiclanera exactamente como llegó.