José Antonio Griñán, en su despacho del Palacio San Telmo el pasado miércoles. :: ANTONIO PRADO
primera entrevista de griñán tras el congreso

«Voy a volver a ser candidato. Yo tengo voluntad de gobierno»

José Antonio Griñán, líder del PSOE andaluz, repasa la actualidad y analiza el congreso de Almería

Sevilla Actualizado: Guardar
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Lejos de amilanarse por la crisis general, por la debilidad de su gobierno de coalición o por la situación interna de su partido, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (Madrid, 1946), anuncia que va a presentarse a la reelección. En su primera entrevista tras el congreso socialista andaluz, en el que fue reelegido con el 29% de votos en blanco, el jefe del ejecutivo autonómico y secretario general del PSOE entra a fondo a analizar lo sucedido en Almería, el que considera doble lenguaje de los críticos, pero también explica su modelo de partido y defiende el pacto con IU, que califica de sólido.

-La pregunta es ¿ahora qué? ¿La marea crítica puede crecer en los próximos congresos provinciales?

-Ha sido un congreso abierto, donde se han manifestado posiciones inesperadas, personas que en los congresillos dijeron que iban a apoyar al secretario general y a la hora de la verdad no lo han hecho. No era un congreso con varios candidatos, donde unos votan a unos y otros a otro, y luego se produce la integración con el ganador. Cuando es uno solo quien le vota en blanco es que no quiere compartir el proyecto. Eso es lo que ha ocurrido. A partir de ahí, hemos hecho una ejecutiva sólida, competente, capaz, bien organizada, intergeneracional y paritaria. Los congresos provinciales ahora ya serán lo que haya de ser. Toca pensar en el futuro.

-¿Cómo puede influir en el Parlamento o la acción de Gobierno?

-De ninguna manera. El partido apoya al Gobierno. No ha ocurrido nunca, ni debe ocurrir, que cuando haya un secretario general que es presidente del ejecutivo se le pueda retirar el apoyo. Creo que toda la ejecutiva va aprestar todo su apoyo al Gobierno, que va a seguir trabajando como hasta ahora.

-¿Por qué prefirió que se evidenciara la división, en vez de integrar?

-Es que no es verdad. Estuve hablando reiteradas veces con Paco Reyes (secretario general del PSOE de Jaén) antes del congreso y él sabía que los nombres que me pusiera encima de la mesa los iba a integrar. Pero luego se produjo que no me votaron. Eso es lo que tienen que explicar. No se puede argüir mis intervenciones, ni la réplica. No hay nada en ellas que pueda justificar un cambio de posición, a no ser que la posición se hubiera fijado antes.

-Esa frase que remite a Shylock, de 'El Mercader de Venecia', "si me pinchan sangro."

-He transcrito la intervención, que fue a puerta cerrada, se la voy a dar. Me dicen que no he tenido antes responsabilidad orgánica y contesto que nadie me ha preguntado si ha sido porque no he querido o porque no me han dejado. Yo podría contar historias que no se conocen, porque jamás he abandonado ni me he quejado fuera del partido. Dije que hay que tener la lealtad de decir las cosas como son, pero de mí no van a oír jamás una queja. Y fíjese que llevo décadas de militancia, y he tenido problemas con direcciones provinciales. Nadie me ha oído quejarme. Dije que hay que tener la coherencia de decir las cosas allí, no fuera. Por eso la frase de Shylock. Pero nada más.

-¿Hubo, entonces, un acuerdo previo de los críticos?

-Apelo a las hemerotecas. Lean que todos los que presuntamente son críticos dijeron que nadie se podía apropiar de Griñán, que todos apoyaban a Griñán. Paco Reyes sabía que integraría a los que me dijera. ¿Por qué no votaron la candidatura? Esa es la pregunta. Yo no la puedo contestar. No hay ninguna razón, a menos que se trajera previamente esa posición.

-¿Cree que hay una clave nacional detrás de su voto de castigo?

-No, yo no busco fantasmas. He buscado las secuencias del congreso, he entendido lo que ha pasado, a partir de ahí he dicho lo que tenía que decir, he hecho una ejecutiva sólida y competente y a partir de ahí, a trabajar. Sobre todo después de lo que está lloviendo, que el país, tras sólo siete meses de gobierno del PP, está hecho unos zorros.

-Pero en el congreso se palpaba un ambiente de transición, de provisionalidad. ¿Puede haber elecciones anticipadas?

-En Andalucía, no. Yo antes las veo en el Gobierno de España. Un país que está intervenido, que no acierta a financiarse, donde el presidente ha perdido toda credibilidad porque ha hecho lo contrario de lo que decía.

-Por la situación interna del PSOE, por el pacto con IU.

-No, el pacto es muy sólido. Hablamos permanentemente, la relación es perfecta. De este acuerdo vamos a aprender mucho, sentido de responsabilidad, humildad, una identidad de lucha por derechos que se están vulnerando. Para mí es una de las experiencias gratificantes, como político creo que estamos presenciando en Andalucía un gobierno distinto que puede abrir caminos en la comprensión de la izquierda. La derecha está toda unida. Es el momento de que la izquierda también lo esté.

-¿Volverá a ser candidato?

-Yo creo que voy a volver a ser candidato si me lo plantea el partido. Se lo digo sinceramente. Yo tengo voluntad de gobierno, de partido, de seguir haciendo cosas, y me siento particularmente joven.

-¿Hasta dónde le pesa la campaña electoral tan singular que tuvo que hacer y la noche del 25M? En el congreso ha aludido a las «luces y sombras» y su gratitud a quienes le acompañaron.

-Aunque hubiera gente que pensara más en el 26 que en el 25, yo hice una campaña pensando exactamente en dónde y cómo íbamos a llegar. Es cierto que quiero más a mucha gente que estuvo conmigo, porque demostraron su amplitud de miras, su desinterés y su amistad, y en esa soledad del autobús me he sentido muy gratificado. Vi a la militancia y a la ciudadanía mejor que el 20 de noviembre. Mi confianza, y tenía mucha, no era una baladronada. Se tradujo en votos. Hicimos una campaña muy distinta. Primero porque no hay dinero, no podemos hacer muchos 'doshermanas', son muy caros y segundo porque sólo es rentable para fortalecer la militancia. Queríamos ir a los no votantes. Esa campaña la hicimos muy bien. Recuerdo el acto de turismo e investigación en Málaga, el de agricultura en Almería, el de educación en Granada. Tuvimos la alegría de hablar con la gente y ver cómo volvían a estar con el partido socialista. Los resultados, que nadie esperaba, algunos esperaban los contrarios, nos permiten gobernar.

-¿Quiere pasar a la historia como un innovador? Una campaña distinta, un gobierno distinto, un partido distinto, una plataforma de la izquierda distinta

-Yo no quiero un partido distinto, quiero el mismo. Pero en cuando a lo demás, diría como MacMillan, «los acontecimientos, amigo, los acontecimientos». Me gusta la novedad del gobierno que obliga a dialogar en la izquierda, porque es la que tiene la solución de una crisis que ha provocado un capitalismo financiero que ha destruido la economía productiva, el valor del trabajo, del conocimiento.

-¿Y la regeneración de la clase política?

-Es una tarea de todos y nos vamos a emplear a fondo en explicar: He establecido cuatro áreas de actuación en el partido, he recuperado el vicesecretario general, y lo que quiero es ideas y movilizaciones. En Ideas he puesto a un catedrático de Hacienda, Pepín Sánchez Maldonado, que se verá acompañado de otro catedrático, de Constitucional, Gregorio Cámara, y en la Fundación Alfonso Perales voy a proponer al patronato una mujer, no le puedo decir todavía el nombre.

-Carmen Calvo.

-Sí, lo voy a proponer. Creo que va a aportar mucho. Se trata de desarrollar ideas, formación y lo más importante, movilización. La persona que mejor puede movilizar al partido es Clara Aguilera, una mujer de acción y compromiso. Va a ser la gran movilizadora social del partido.

-¿Movilización es manifestación?

-¿Si nos oponemos a la privatización de los hospitales lo entiende la gente? No, hay que explicar cómo se llega a una sanidad dual, cómo se seleccionan los riesgos, cae la formación, la investigación, se fragmenta el aseguramiento. Y no quiero que lo expliquen los delegados de la Junta. La institución está para gobernar votantes de uno y otro signo. Y el partido moviliza. Que no se extrañe la gente si el partido está en manifestaciones.