La batalla socialista

El liderazgo de José Antonio Griñán al frente del PSOE andaluz no termina de cuajar. El resultado del Congreso Regional del partido, celebrado este fin de semana en Almería, ha evidenciado que las heridas siguen abiertas y las diferencias con el sector crítico resultan abismales. Griñán ha ganado el congreso. Sigue como secretario regional del PSOE, pero lo hace con un resultado muy pobre que le deja un partido sumido en una grave división interna. El 30% de los delegados no aprueba su gestión y ha optado por votar en blanco. Griñán y los suyos no contaban con este varapalo después de comprobar como el predicamento de su mensaje iba tomando fuerza en las provincias andaluzas. En el caso de Cádiz, por ejemplo, los renovadores o griñanistas habían adelantado a los oficialistas o críticos en el último congresillo para la elección de delegados. Sin embargo, el discurso de Griñán en Almería no ha sido del agrado de todos. El primero en echar leña al fuego ha sido el parlamentario por Cádiz y líder de los crícticos, Luis Pizarro, quien ha reprochado a Griñán tener poco tacto para lograr la integración del partido y, menos áun, para rebajar las tensiones. Pizarro ha culpado directamente a José Antonio Griñán de ser el responsable de la división por su forma de gestionar el partido y su falta de diálogo con las provincias, además Pizarro le ha recordado el desgaste que sufre la organización política como consecuencia de la mala gestión del caso de los ERE falsos. Esta misma tesis la ha defendido el jienense Gaspar Zarrías.

Los socialistas gaditanos celebrarán el próximo sábado su Congreso Provincial de donde saldrá el nuevo secretario provincial, que sustituirá a González Cabaña, asícomo, la nueva Ejecutiva. Oficialitas o pizarristas y renovadores o griñanistas se verán de nuevo las caras. Después del congreso de Almería todo apunta a que no hay nada decidido y en Cádiz puede haber sorpresas.