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Poner fin a la esclavitud en Europa

Los traficantes de seres humanos están ganando terreno y son pocos los que responden ante la Justicia. La UE debe perfeccionar sus instrumentos para proteger a las víctimas y castigar a los responsables

COMISARIA DE ASUNTOS DE INTERIOR DE LA UE COORDINADORA EUROPEA CONTRA LA TRATA DE SERES HUMANOS Actualizado: Guardar
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Mientras Europa trabaja cada vez más unida contra la esclavitud de nuestra época -la trata de seres humanos- aparecen nuevas formas de este comercio execrable. Los niños explotados por organizaciones criminales en toda Europa corren el riesgo creciente de convertirse en víctimas de la trata en la edad adulta. Cada vez son más las personas vulnerables de nuestras sociedades que se convierten en objeto de la trata, como las personas con discapacidad, las mujeres víctimas de violencia doméstica y los niños abandonados por padres que trabajan en el extranjero. La mayoría de las víctimas son mujeres, pero los traficantes no discriminan: hay hombres forzados a trabajar, niños obligados a mendigar y robar, y niños y niñas sometidos a la explotación sexual.

Esto está sucediendo en todos y cada uno de los países de la UE de forma creciente, por lo que Europa debe asumir su responsabilidad y actuar. La Comisión Europea presentó el pasado martes una estrategia quinquenal para trabajar por la erradicación de la trata de seres humanos. Esta estrategia aúna estrechamente los esfuerzos positivos que se realizan en Europa y sitúa en el primer plano a las víctimas.

Cristina, procedente de Rumanía, se vio forzada a contraer matrimonio a los 13 años. Fue trasladada a España y Bélgica para mendigar por las calles hasta que consiguió escaparse de sus secuestradores. Mark, británico desempleado, en la veintena, aceptó una oferta de trabajo y alojamiento gratuito, y terminó trabajando en condiciones de esclavitud en Suecia. Sophie, de 18 años, también originaria del Reino Unido, viajó a Italia con un amigo que luego la alquiló diariamente a unos 30 hombres. Existen muchas, muchas otras víctimas, cientos de miles en la UE y varios millones en todo el mundo.

Es desalentador comprobar que los casos de trata rara vez se someten a los tribunales de los países europeos, y que el número de condenas contra los traficantes ha disminuido en los últimos años, de aproximadamente 1.500 condenas en 2008 a 1.100 dos años después. A este respecto, cada país de la UE, incluida España, tiene la responsabilidad de reconocer la importancia que revisten estos hechos.

La trata de seres humanos a través de las fronteras es una cuestión que suscita fácilmente el acuerdo sobre las ventajas de la cooperación europea. A pesar de la crisis económica y las grandes dificultades a que se enfrenta la Unión Europea, nos unen unos valores comunes. La crisis actual no debe hacernos olvidar valores como la protección de los derechos humanos y la defensa de los más vulnerables de nuestras sociedades. Según la nueva encuesta de Eurobarómetro, el 93 % de los europeos cree que es importante que la UE coopere contra la trata de seres humanos.

Por este motivo debemos intensificar nuestros esfuerzos, perfeccionar nuestros instrumentos y aprender de lo sucedido en los últimos años. Las prioridades de la estrategia que la Comisión Europea ha presentado esta semana abarcan desde incrementar el número de traficantes que responderán ante la justicia, a todas las formas posibles de ayuda a las víctimas y el conocimiento de los nuevos métodos y tendencias de la trata. Los servicios con funciones coercitivas de cada país de la UE deberán crear unidades nacionales especializadas en la trata de seres humanos. En cuanto al trabajo policial, es más importante que nunca iniciar el seguimiento de la pista del dinero, es decir, recopilar pruebas en el marco de la investigación de los activos financieros de los traficantes. También habrá que prestar mayor atención a los intermediarios de esta industria: agencias de empleo temporal corruptas y similares.

Europa ya ha adoptado varias medidas en la dirección correcta. El año pasado se aprobó una normativa de la UE que tipifica estos delitos con la misma gravedad para ser juzgados por cualquier tribunal en Europa. Actualmente, los Estados miembros están obligados por ley a prestar asistencia sanitaria y ayuda a las víctimas. Pero se puede y se debe hacer más. El año próximo se creará una red de la UE para las organizaciones y autoridades especializadas en ayudar a las víctimas. Los fondos de la UE servirán también para financiar la investigación sobre los métodos de captación utilizados por los traficantes, centrando más la atención en las redes sociales y los anuncios en línea. También es esencial que estudiemos la demanda de la trata. Sin compradores, no hay víctimas.

Se requiere una acción específica para ayudar a los niños que acaban en las garras de los traficantes. Según las cifras facilitadas por la Policía de Londres, el precio de compra de un niño objeto de trata en el Reino Unido es de 20.000 euros, una 'deuda' que la víctima puede verse obligada a devolver. A pesar de la vulnerabilidad de estos niños, en la UE no se ha decidido en común ninguna manera de proteger su interés superior ni la función jurídica de tutores y representantes. A partir de ahora, estas cuestiones se tratarán en el ámbito de la UE.

Sin embargo, la adopción de una estrategia no es suficiente. En última instancia, estas medidas dependerán de la voluntad política de los Estados miembros y de los recursos que estos destinen a la lucha contra la trata. No debemos rebajar nuestra ambición, por el bien de las víctimas y el público europeo en general. La trata de seres humanos debe ser erradicada. Con la estrategia que hoy se presenta, la UE puede trabajar unida para lograr este objetivo.