Los vecinos de la Almadraba están cansados de las garrapatas y esperan una solución

«Tengo garrapatas por toda la casa», «a mi madre la tengo llena de picaduras», «mis niños no pueden salir al patio». Son algunas de las frases con las que los vecinos de La Almadraba se han dirigido a los dirigentes políticos en un acto institucional. Cansados de la situación que padecen, decidieron acudir para reclamar atención a su problema. Y es que, a pesar de que el Ayuntamiento, en colaboración con los militares, realizó una fumigación de la zona, se ha demostrado que era insuficiente y que los vecinos siguen con serios contratiempos a causa de la plaga que padecen.

El problema se localiza en los matorrales que existen en la verja de enfrente, es decir en los terrenos militares. El alcalde, José Loaiza, aseguró que se volverá a atender la petición de los residentes del lugar y se volverá a realizar las acciones oportunas, como ya se hicieron la primera vez, para volver a fumigar e intentar solventar un problema que cada verano trae de cabeza a los vecinos de la Almadraba. Aunque la plaga de este año es muy superior a la de otros años. Además hay que sumar las pulgas, que también se cuelan en cada estancia de las viviendas. «Es un problema que desde el Ayuntamiento se va a atender y se va a tratar de solucionar, porque ningún isleño debe tener garrapatas en el interior de su vivienda», dijo el primer edil, que no dudó en acudir a escuchar la problemática de los residentes.

Actuaciones coordinadas

Pero, desde la entidad vecinal se pide un esfuerzo mayor y que se genere un plan integral de choque que acabe con el problema de raíz, es decir, que « mate a todas las pulgas y a todas las garrapatas». Solicitan actuaciones coordinadas preventivas, que evite que se vuelva a repetir esta situación que está desesperando a los propietarios de las viviendas y sus familias, que no saben ya cómo combatir a las garrapatas.

Otras barriadas de la ciudad también han tenido que lidiar con otra plaga la de mosquitos. En el caso de Cayetano Roldán, las protestas de los vecinos causó su efecto y la plaza de las Esculturas está sin agua. Y es que la suciedad que acumulaba los estanques propiciaba las condiciones ideales para los criaderos de mosquitos.

Unos bichos contra los que tiene que combatir también los comerciantes e inquilinos de la Ronda del Estero, que también se han quejado por la situación que padecen.