Mariano Rajoy y Javier Arenas, aplauden durante el mitin organizado ayer en la localidad jiennense de Andújar. :: EFE/JOSÉ MANUEL PEDROSA
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Rajoy y Rubalcaba abren la batalla más reñida por Andalucía

El presidente del Gobierno pide el cambio y el líder socialista anima a los andaluces a evitar que Arenas «dé el cambiazo»

ANDÚJAR (JAÉN) / ATARFE (GRANADA). Actualizado: Guardar
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La batalla por Andalucía ha empezado. El presidente Rajoy y Rubalcaba aterrizaron ayer en tierras andaluzas con la vista puesta en el 25-M. Ambos políticos dieron el pistoletazo de salida a la campaña electoral más competida desde 1982.

En Andújar, Rajoy reivindicó el cambio político en Andalucía, una tierra a la que dijo «deber mucho» y con la que sabrá «ser agradecido», algo que, según incidió, «el tiempo lo va a demostrar».

Rajoy participó en un acto de su partido junto al candidato del PP-A a la presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas. En su intervención, Rajoy recordó que la andaluza es la única comunidad en la que jamás se ha producido «eso tan sano y tan democrático» que es la alternancia en el Gobierno, de modo que ningún andaluz ha visto otro de signo distinto al PSOE.

«Toca cambiar. Es necesario y es urgente», añadió Rajoy, para quien el actual Ejecutivo autonómico «no está a la altura de las circunstancias y de los andaluces», de ahí que la región «necesita a Javier Arenas y el PP» para «hacer las cosas de otra manera», con criterio y con el cuidado del dinero público como «primera obligación».

En ese objetivo, el líder de los 'populares' subrayó el «equipo» preparado que tiene el PP con el «liderazgo» de Arenas, de quien resaltó que «está en el momento mejor de su vida» para asumir el Gobierno de Andalucía, una tarea que será «ardua con la herencia» que recibirá, aunque también y fundamentalmente, «ilusionante».

En esta misma línea se pronunció Arenas en el discurso que precedió al de Rajoy al afirmar: «Vamos a gobernar en Andalucía, que no es lo mismo que ganar las elecciones». Al respecto, añadió que «se acaba el tiempo de los que estuvieron 30 años mandando» y frente al «ordeno y mando» del PSOE ha apostado por «gobernar», que «es transformar la sociedad con más empleo y bienestar».

Junto a ello, criticó a aquellos que dicen que van a ganar «por tradición», puesto que «Andalucía no es propiedad de ningún partido», sino de sus ciudadanos. «El poder no se hereda, la tradición en democracia es que se vota y se da el voto prestado cada cuatro años. Además, jamás aceptaré que el 31 por ciento de paro, el 34 de fracaso escolar y los ERE se conviertan en tradición», ha apuntado.

Igualmente, manifestó que, de ser el próximo presidente de la Junta, la humildad «estará al poder en Andalucía», acabando con «la arrogancia y la prepotencia», y contará con la transparencia como elemento básico de su acción política. En ella ha destacado la reducción de la administración -disminuyendo los altos cargos en un 50 por ciento- y el fin de los «abusos», así como la defensa de educación y la sanidad y de los intereses agrarios y ganaderos de la comunidad. En este sentido, y con la reforma de la PAC como reto fundamental, precisó que también «habrá una estación muy importante» en Bruselas.

Impedir el «cambiazo»

En Atarfe (Granada), el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió ayer a los andaluces que «impidan» que el presidente del PP-A, Javier Arenas, «dé el cambiazo» a Andalucía como, en su opinión, ha hecho Mariano Rajoy con España.

Durante su intervención en un mitin en la plaza de toros de Atarfe, Rubalcaba prometió trabajar «codo con codo» con los socialistas andaluces de cara al próximo 25 de marzo, y pidió a sus simpatizantes un «esfuerzo» que debe ser renovado, ahora «que sabemos lo que nos viene encima con la derecha».

Por su parte, el secretario general del PSOE-A y candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunció que su programa electoral para el 25 de marzo, que será aprobado hoy, estará basado fundamentalmente en el empleo y centrado en los jóvenes y, en ese sentido, señaló que, si el PSOE vuelve al Gobierno andaluz, impulsará una agenda para crear puestos de trabajo en la que la administración autonómica aportará 12.000 millones de euros.

Asimismo, y teniendo en cuenta que una de las principales dificultades que se están encontrando los pequeños y medianos empresarios es el problema de acceso al crédito, se compromete a crear un Instituto de Crédito Público andaluz. Además, los socialistas incluirán entre sus propuestas electorales un «agente del emprendedor» que facilite los trámites para la creación de empresas y agilice el proceso.