Francisco López y Javier Latorre, junto a los artistas. :: ESTEBAN
Jerez

Otro plato fuerte con sabor a Jerez

Con nuevos artistas, pero fiel a sí misma y a su dramaturgia, regresa esta propuesta que es la esencia de la tierra

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Un espectáculo que quiere reflejar la memoria viva del flamenco, sobre todo el de la tierra, y que rinde un homenaje a los artistas de la ciudad. Eso, y mucho más, es 'Viva Jerez', la propuesta con libreto y dirección escénica de Francisco López que tiene el mérito de ser la primera producción del Festival de Jerez y que ya se estrenó en la edición de 2008.

Pero el 'Viva Jerez! que llega esta noche de nuevo al Villamarta, aunque sigue siendo «fiel a sí mismo» y a su dramaturgia, es al mismo tiempo completamente diferente, y lo será cada vez que se represente, como dejó ayer muy claro su director de escena.

La diferencia con respecto a aquel primer '¡Viva Jerez!' está clara, y llega de la mano de los artistas que esta vez se subirán a las tablas del coliseo jerezano, que serán los que aporten su sello, su toque distintivo, en definitiva, «los que darán el color».

Y en esta ocasión el plantel es de mucho lujo, ya que los artistas invitados, que estuvieron ayer en la tertulia del Consejo Regulador, son el bailaor Antonio El Pipa y los cantaores La Macanita y Jesús Méndez. Es decir, dos referentes flamencos más que consagrados y con una larga trayectoria a sus espaldas y junto a ellos un valor emergente, el de Jesús Méndez, una de las voces con más proyección y al que ya se le ha asignado el calificado de heredero de La Paquera. «Ninguno de los tres necesita presentación», recalcó con mucha razón López.

Por lo demás, la misma esencia a lo largo de sus siete escenas, aunque esta vez el '¡Viva Jerez!' tendrá una duración «más recortada» y con un mayor protagonismo del cante. Pero de nuevo se podrán vivir las andanzas de este arte que se remontan a sus orígenes -«incluso preflamencos»-, para continuar en el ámbito familiar -un intento de reflejar su «esencialidad»-, trasladarse luego al tabanco -dando lugar a otras músicas y otros bailes-, contactar de una forma más formal con el público a través de los cafés-cantantes, viajar por el mundo y, finalmente, acabar en Jerez. Y, como no podía ser de otro modo, «acabar por bulerías, que es el latido de esta ciudad», como expuso López.

Para todo este trabajo, el espectáculo cuenta con la coordinación coreográfica del valenciano Javier Latorre, prestigioso creador y reciente Premio Nacional de Danza a la Creación, que será en esta ocasión «más parte que nunca» en este montaje, puesto que se subirá al escenario». Y El Pescaílla tendrá de nuevo «un papel más cómico» sobre el escenario, el mismo que ejerció con maestría en el estreno.