Imagen en la que se pueden ver los ladrillos caídos y cómo los bomberos han acordonado la zona. :: C. C.
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Uno de los bloques de Aifos comienza a caerse a pedazos

Los bomberos sanean y precintan una parte del edificio ante el peligro de que se desprendan nuevos cascotes

San Fernando Actualizado: Guardar
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Pasa el tiempo y nadie se hace cargo. Por ello no es extraño que el edificio que se encuentra actualmente paralizado, de la ya conocida promoción de viviendas Cala del Sol (perteneciente a Aifos), se caiga a pedazos. Hace unos días los bomberos tuvieron que acudir a la zona para acordonar parte del edificio y sanear su fachada por el riesgo de caídas de ladrillos. Y es que el inmueble continúa siendo un armazón de color rojizo, ya que no ha podido avanzar más allá de su estructura.

La falta de mantenimiento y su exposición a las inclemencias climatológicas y actos vandálicos, está pasando factura a un bloque, que por si fuera poco no cuenta con garantías de que se vaya a retomar las obras en un corto o medio plazo de tiempo. Todo hace indicar que permanecerá en esta situación de olvido varios meses más o incluso años, ante las dificultades del banco para hacerse cargo de estos pisos.

Unicaja no quiere hacer como Banesto, que supuestamente llegó a un acuerdo con los propietarios para sacar el edificio del concurso de acreedores de Aifos y poder retomar las obras. Además, hay que recordar que los afectados ya han mostrado su descontento al admitir que la entidad bancaria no ha respetado los acuerdos alcanzado, motivo por el que incluso Aifos está intentado recuperar el edificio número uno, tal y como han denunciado los propietarios.

Unicaja sin embargo, se quiere hacer con el bloque de acuerdo a los trámites de este concurso. Primero porque el edificio número dos no se encuentra tan adelantado como el número uno, que se paralizó cuando apenas les faltaban meses para finalizar la obra. En segundo lugar porque la entidad aún cuenta con hasta un remanente de cuatro millones de euros del crédito solicitado por Aifos, con el que se puede costear el remate de las viviendas sin apenas aumentar su precio. Pero, por el momento no existe ningún tipo de compromiso o acuerdo con los afectados y Aifos ha retrasado el proceso imponiendo una incidencia concursal.

La última intención de Unicaja era la de realizar una propuesta de contrato basada en anticipación de la escritura pública, tras la tramitación de ésta con la propia constructora. Gracias a esta formalidad, los futuros propietarios podrán convertirse en promotores de las viviendas, junto a la propia entidad.