Continúa el conflicto de los autobuses sin visos de solución en su cuarta semana

La cuarta semana de la huelga de autobuses arrancó ayer ante la indignación de comerciantes y vecinos. En cuanto a la plantilla del transporte urbano, continúa con sus protestas y ayer protagonizó una marcha desde el Ayuntamiento hasta la rotonda del Minotauro, volviendo por la calle Medina, lo que ocasionó problemas al tráfico rodado.

«Aunque ya hemos cobrado las pagas de noviembre y la extra, no sabemos cuándo abonará la empresa diciembre y enero», señala el portavoz del comité, Ángel Morales, que acusa a la compañía Urbanos Amarillos de incumplir los plazos acordados en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía). Sin olvidar que «debido a la huelga las nóminas abonadas nos han venido con unos descuentos por la huelga con los que no estamos de acuerdo», indica además Morales.

«De momento ahí seguimos y la empresa no da señales de vida», añade el portavoz del comité, a lo que se une el agravante de que «al parecer no hace falta huelga, pues la empresa incumple los fines de semana con el servicio». Por ejemplo, este domingo «no ha sacado a la calle entre seis y siete vehículos», lo que deja a numerosos usuarios «tirados».

Respecto a las nóminas pendientes, «el compromiso de la empresa era abonar la mitad de diciembre entre los días 15 y 17 y no lo ha hecho», de ahí el «incumplimiento señalado». Para Ángel Morales, estas razones son más que suficientes para que el Ayuntamiento «llame al orden a la empresa y se acabe de una vez con el conflicto», máxime «cuando han liberado los avales para que pueda pagar».

La plantilla del autobús urbano ha comenzado su cuarta semana de huelga tras acabar la tercera con una celebración simbólica de lo más original. De este modo, tras cobrar la extra de Navidad con dos meses de retraso, los trabajadores festejaron la semana pasada de forma simbólica la Navidad y no les faltó un detalle: champán, turrón, espumillón y anís.

La celebración tuvo lugar en la puerta de los garajes de la empresa. También hubo pancarta con felicitación navideña e incluso un autobús lució un mensaje propio de la época: «Hemos celebrado ahora la Navidad porque Urbanos Amarillos no nos dejó celebrarla en su día», dijo el portavoz de los trabajadores, Ángel Morales.

Después de tantas manifestaciones y concentraciones, los empleados le pusieron buena cara al problema, aunque sin que el acto dejara de ser reivindicativo. «Nos pueden quitar el sueldo pero no las ganas de vivir», aseguró el portavoz del comité.