OFENDIDOS POR EL LÁTEX

Llegó y dijo: «Yo voy a defender las injusticias». No es Garzón, es Aris, el tipo que ha pagado casi 10.000 euros por cada día que ha estado en 'Gran Hermano 12+1'. Más barato le habría salido irse al Ritz. Y no se habría llevado la bronca de Mercedes Milá, la primera que lo encumbró en su meliflua entrevista de presentación y que acabó llamándolo abrazafarolas. La semana está llena de injusticias. La primera, la de los guiñoles de Canal+ Francia. La cosa sale en los telediarios y los ministros hablan de ello. Y de la envida que nos tienen los franceses porque ganamos todo. Lo sorprendente es que no es una conversación de barra de bar o de barra de Twitter, sino que nos lo hemos tomado en serio. Igual que hace un año los mexicanos se sintieron ofendidísimos cuando el programa británico 'Top Gear' bromeó sobre los coches de aquel país comparándolos con sus ciudadanos («perezosos, flatulentos.»). Además de asegurar que la comida era un vómito. El embajador mexicano dirigió una queja formal a la BBC y pidió una disculpa. Antes, el embajador japonés protestó porque Stephen Fry había dicho en un concurso que un superviviente de Hiroshima y Nagasaki era el hombre con más mala suerte del mundo. La BBC se disculpó. Pero los de 'Top Gear' (y Stephen Fry) se ríen primero de ellos mismos, como cualquiera que trabaja con el humor.

Los desaparecidos guiñoles de Canal+ España no gustaban a nadie, ni siquiera a Hilario Pino (por no hablar de Manuel Chaves). Los franceses se han hinchado antes con Ribèry o Benzema (por lo de las putas) y con Amélie Mauresmo o Richard Virenque. Y ahora cruzan a Contador con Longo. El jueves pidieron disculpas y sacaron a la Gioconda del Prado con brazacos de culturista. Estamos en desventaja. La contestación la deberíamos dar vía guiñoles, no con el ministro de Asuntos Exteriores (¿en serio?). A nadie le gusta que bromeen con lo suyo. Al final estamos en lo que decía Mel Brooks: «Tragedia es cuando yo me corto un dedo y comedia, cuando tú te caes por una alcantarilla y te matas». Es lo que hay.