Rato defiende que Bankia siga sola

Rodrigo Rato defiende que Bankia siga sola y asegura que el Gobierno no le ha formulado ninguna indicación. En el nuevo proceso de reestructuración en marcha, pese a los fuertes rumores del mercado, no se emparejará con ninguno de los grandes -Santander ni se lo ha planteado, BBVA no lo ve factible por la gran dimensión de la entidad resultante y Caixabank niega la existencia de negociaciones- pero intentará aprovechar las posibilidades que surjan, que hasta el momento se limitan a las nacionalizadas que van saliendo a subasta. «No vamos a cargar con entidades con problemas, pero sí optaremos a las oportunidades; ahí está la diferencia entre acertar y equvocarse», afirmó el presidente.

No parece que ese camino lo tenga despejado. Aunque Bankia estudia concurrir a la puja por la catalana Unnim, porque le interesa ampliar presencia en ese territorio, desde el Ministerio de Economía ya le han lanzado el mensaje de que tal matrimonio no sería viable. Sin fusiones ni recurso a otras ayudas públicas -Bankia recibió un préstamo del FROB en la primera fase de la reconversión- la entidad llevará a cabo este año los saneamientos exigidos para 'limpiar' su balance del deterioro causado por el ladrillo, que alcanzan, desveló Rato, un importe de 5.070 millones.

El presidente de Banco Financiero y de Ahorros, que integra a Bankia y a su matriz BFA, ha explicado a informadores y analistas que, de esa cifra, 3.396 millones corresponden a provisiones, y los 1.674 millones restantes al reforzamiento de los recursos propios. Con cargo a las cuentas de 2011 ya se han cargado 1.139 millones. Por esta causa, los resultados de Bankia se han visto limitados a 309 millones, lo que supone un descenso interanual del 13%.

Para cubrir los 3.931 millones restantes, el consejero delegado, Francisco Verdú, enumeró las fuentes a las que puede acudir el grupo, que tiene que compatibilizar las nuevas exigencias con los requerimientos de capital que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) impone a los bancos de mayor tamaño. Uno de los instrumentos de generación de recursos ya está en marcha. BFA ha comunicado al supervisor de los mercados que tiene previsto realizar una oferta de recompra de participaciones preferentes y deuda subordinada por importe máximo de 1.277 millones de euros. Después vendrá el canje de los títulos por acciones.

Esta iniciativa, más las provisiones genéricas aún no consumidas (1.300 millones a 31 de diciembre), los resultados generados este mismo año, las ventas de activos no estratégicos -podría realizarse la desinversión en parte de la red de sucursales, que luego se procedería a alquilar, o venderse la participación en empresas que no son de primer nivel-, así como una reorganización de los activos permitirían disponer de hasta 8.000 millones de euros.

Ladrillo

El saneamiento del ladrillo abaratará los pisos, admitió el presidente de Bankia. Si a finales de 2011 los activos salían con descuento del 27%, ahora habrá margen para más rebajas. La entidad se propone vender 9.000 unidades, más del doble que el año anterior, entre pisos, locales, plazas de garaje o trasteros. Pero Rato no tiene tan claro que las nuevas exigencias al sector bancario hagan fluir el crédito. Para eso se necesita resolver el problema de la deuda soberana, puntualizó.

Rato no quiso comentar la drástica rebaja de sueldo que le ha impuesto el Gobierno -cobrará este año un máximo de 600.000 euros fijos y su retribución variable se decidirá al cabo de tres ejercicios en función de la marcha de la entidad-, porque lo consideró un «asunto personal».

En cuanto a resultados, durante el «muy complicado» 2011 destacó la reducción de gastos de explotación un 16%, el aumento de la cuota de depósitos en el 10,7% del total y el mantenimiento de la participación del 11% sobre el conjunto de créditos que proporciona el sistema. La tasa de morosidad avanzó en el año más de dos puntos, desde el 5,52% hasta el 7,63%, y el presidente Rato reconoció que seguirá subiendo este año.