El Ayuntamiento mirará con lupa cada factura para reducir los gastos

¿Puede una factura de 28 euros por revisión de un extintor acumular más de 15 años sin ser pagada? La respuesta es sí y en esa situación paradójica se encuentran gran parte de pequeñas y medianas empresa que realizaron trabajos desde el año 1990 al Ayuntamiento. El problema es que el gasto no está reconocido presupuestariamente y por tanto no se hace frente a sumas que individualmente pueden parecer irrisorias, pero que al juntarse llegan a los diez millones de euros, si bien es cierto que cuatro de ellos corresponden de forma exclusiva al déficit que acumula el transporte público en la ciudad. Se trata de un gran problema al que pretende plantar cara el Gobierno del Partido Popular y ya ha comenzado a trabajar para resolver el problema.

Aunque ya ha liberado un millón de euros para ir abonando facturas hasta el año 1999, la principal preocupación se centra en no aumentar la cantidad actual. Motivo por el que ayer comenzó a funcionar la Oficina de Control Presupuestario, cuya única misión es la de mirar cada factura con lupa para que se ajuste al presupuesto y no se produzcan gastos innecesarios ni se incremente la deuda que soporta el Ayuntamiento. Sus dependencias estarán ubicadas en lo que fuera la Gerencia de Urbanismo, que ya se ha eliminado prácticamente y ha pasado a ser una delegación del propio Consistorio, Desarrollo de la Ciudad.

Actualmente el Ayuntamiento está implantando un protocolo de actuación a la hora de autorizar cualquier pago que se realice en materia de contratación o suministro. En este proceso tiene mucho que ver la Oficina de Control, que será la encargada de velar por el que los recibos cumplan con una serie de requisitos para ser abonados, como la autorización de los técnicos , del responsable del área y hasta del interventor de Economía y Hacienda. De esta forma, se busca que se controle el dinero a través de autorizaciones de gasto, evitando que las decisiones se tomen a la ligera. Es más cada persona será responsable directa de tal decisión, pues en caso de que una factura no haya pasado por los mecanismos adecuados, según protocolos que se establecerán para evaluar la emergencia por ejemplo de una actuación, será devuelta y el Consistorio no se hará cargo de su pago siendo el técnico, el gerente o el gestor político el encargado de rendir cuentas por lo ocurrido y de buscar la manera de hacer frente a la deuda.

Por otro lado también se controlará el gasto excesivo de las delegaciones municipales, que se tendrán que ajustar al presupuesto, ya que esta oficina se encargará de que un departamento no pueda gastar más de lo que se recoge en los presupuestos, documento que este viernes acudirá a pleno para su aprobación definitiva.