ANDALUCÍA

El nuevo decreto de ruidos dejará libertad a los ayuntamientos para desarrollarlo en una ordenanza

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El nuevo reglamento sobre la contaminación acústica en Andalucía no obligará a los ayuntamientos a aprobar una ordenanza tipo para su cumplimiento, sino que les dejará autonomía en este aspecto. La norma fue aprobada ayer por el Consejo de Gobierno después de más de dos años de elaborarse el borrador en el que sí se incluía esta obligación. La protesta de los ayuntamientos obligó a la administración autonómica a una nueva negociación con la Federación Andaluza de Municipios. El reglamento adopta los distintos índices, límites y objetivos de calidad fijados en la normativa básica estatal, así como los métodos de evaluación de la contaminación acústica, explicó el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo.

El reglamento excluye los comportamientos vecinales, las actividades domésticas y de la vía pública, que serán reguladas por los ayuntamientos. Tampoco se incluyen la regulación de terrazas, el botellón y el ruido dentro de la actividad laboral, por contar con reglamento específico. Los ayuntamientos serán los que deberán fijar las distintas áreas de sensibilidad acústica, desde las que requieren absoluto silencio a las que se permiten más ruido, como las industriales. Las nuevas actividades económicas deberán presentar estudios acústicos asociados.

El Gobierno también aprobó un decreto que regula la autorización ambiental integrada y un nuevo plan de gestión de residuos peligrosos. Con un plazo de hasta 2020 la Junta se propone reducir a la mitad el límite de 27.268 toneladas anuales de residuos peligrosos que llegan del exterior, principalmente al vertedero de Nerva (Huelva). Esta comunidad gestiona el 95% de residuos peligrosos que produce.