Las grandes fiestas en hoteles resisten con mayores ofertas al mismo precio

La crisis vuelve a los gaditanos más hogareños. Ya se acabó aquello de «me voy al Playa Victoria o al Barceló con toda mi gente y me ahorro preparar una cena para ocho personas». Eso era antes de la falta de liquidez y el récord del desempleo en la provincia. Ahora los hoteles de cuatro estrellas de la zona llenan sus cotillones de Fin de Año a duras penas y gracias a que no fallan ni el cliente extranjero, ni las parejas jóvenes o sin hijos. La directora del hotel Playa Victoria, Rocío Sutil, se muestra contenta con la clientela que hasta ahora recibirá el año en los salones de este emblemático alojamiento a pie de playa. «No está mal, casi al mismo nivel que en la fiesta de cotillón de 2010. Lo que sí es cierto es que tardamos cada vez más en cerrar las reservas y también tenemos nuestro cupo de extranjeros que no nos falta para Fin de Año», explica Sutil.

En Sancti Petri, el director comercial de Hipotels, Dushan Ocepeck, es mucho más contundente y gráfico en sus palabras: «Aquí no tenemos más clientes alemanes porque no hay vuelos directos al aeropuerto de Jerez, si no estaríamos al completo». Ocepeck explica que hace ya un par de semanas que no hay billetes para llegar a Jerez, «a un precio razonable, puesto que si al viajero que ha de salir de una ciudad alemana le cuesta el vuelo 600 euros se va al Caribe a pasar la Navidad».

Este directivo también argumenta que las familias españolas han desaparecido de las listas de reserva para estas celebraciones «de cierto lujo» y que los que siguen siendo fieles son las parejas jóvenes, «que se sí se permiten despedir el año de una forma especial». Ocepeck puntualiza que su fiesta de cotillón está casi vendida con 300 comensales, «pero teniendo en cuenta que solo tenemos abierto el hotel Barrosa Park». Su equipo comercial quiere llegar a los 350 clientes.

Atractivos renovados

Los alojamientos gaditanos mantienen la misma política de precios que otros años; no bajan de forma ostensible pero sí suman cada vez más servicios. Un buen ejemplo es el Fairplay Golf, el alojamiento de lujo de la familia Devós en el municipio de Benalup. Este hotel de cuatro estrellas, con campo de golf de 18 hoyos y villas en alquiler ha lanzado una de las ofertas más completas para este año. Además de lo típico, ofrecen un 'brunch' al día siguiente, el uso del SPA gratis para los clientes del cotillón, conciertos en directo, fuegos artificiales y «especialmente la guardería, que fue todo un éxito el año pasado», según apunta el director comercial de Fairplay, Martin Schneck.

Y es que este hotel, otra de las joyas de la planta hotelera gaditana, ofrece como servicio adicional y totalmente gratuito unas horas de guardería (para niños entre 3 y 12 años) hasta las doce de la noche, «cuando los padres quieren estar con sus hijos para disfrutar de la tradición de las doce uvas». Schneck se explica así porque a pesar de que la mitad de su clientela es belga, alemana o británica, la oferta del Fairplay Golf es la típica cena y cotillón al estilo español.

Schneck apunta también que sus clientes extranjeros llegan hasta Benalup procedentes del aeropuerto de Málaga y que el hotel les facilita el 'transfer' o transporte hasta el alojamiento en coche. «Ya nadie que viene al Fairplay utiliza Jerez como opción de vuelo y es una pena porque a las tres horas y media de vuelo desde Alemania han de sumarle otra hora y media hasta el hotel. Esto nos hace mucho menos competitivos».