Jesús González Beltrán es profesor de historia en la UCA. :: L.R.
Jesús González Beltrán | Edil de Fomento, Agricultura y Pesca

«Habrá una formación a la carta de lo que pida el mercado laboral»

El andalucista asegura que el nivel de inserción de las escuelas taller ronda el 80% y que los esfuerzos se centran en atraer empresas

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El movimiento por la autonomía andaluza, las manifestaciones y las reivindicaciones de igualdad frente al estatus de otras regiones marcaron su visión política y desde los dieciocho años está ligado al Partido Andalucista. Jesús González Beltrán, de 49 años y padre de dos hijos, combina sus clases de historia en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz con la gestión política de una concejalía que está en manos del PA desde la anterior legislatura y que comienza a dar sus frutos en un tiempo muy crítico para la dinamización económica de la ciudad y el impulso a dos sectores de capa caída: la agricultura y la pesca.

-¿Hay datos sobre el índice de inserción laboral que tienen los cursos de Fomento?

-En los cursos de formación y empleo sí hacemos un seguimiento a rajatabla de las colocaciones en el mercado de trabajo que tienen los desempleados que participan en las escuelas taller y en las casas de oficio. Son unos veinte o veinticinco por cada taller y encuentran trabajo entre el 60 y el 80 por ciento. En los cursos es más difícil hacer ese seguimiento, pero intentamos hacerlo porque en los que se detecta una alta inserción, los repetimos. Por otro lado, más que incentivar los cursos, nuestro objetivo es llegar a acuerdos con empresas para formar a los trabajadores que vayan a contratar. Es el ejemplo de Curaxys y Mar Atlantis, que se van a instalar en El Puerto y con los que ya me he reunido.

-¿Es esa la idea? ¿Formar a personas acorde a las necesidades del mercado?

-Ese es uno de nuestros grandes objetivos, proporcionar una formación a la carta, atendiendo a la demanda de las empresas. No hacer cursos por hacerlos, sino con una cierta seguridad de que van a ser efectivos. Es una forma de aprovechar al máximo nuestros propios recursos y garantizar que las personas que se formen con nosotros van a ser contratadas.

-¿Cómo se están gestionando las ayudas económicas de Fomento?

-Queremos hacer una ordenanza reguladora para concederlas con más eficacia. En Fomento hay un gran abanico de ayudas -para empresas de más de cincuenta trabajadores, para las promotoras que se encargan de la rehabilitación de edificios...- pero su gestión es dispersa y queremos aglutinarla en un único reglamento, a fin de agilizar los trámites y hacer una administración compacta y homogénea. Esta nueva ordenanza ya se está redactando en Fomento.

-¿Y sobre el establecimiento de nuevas empresas en la ciudad?

-Se está haciendo una importante tarea de captación, no tanto hacia los gigantes empresariales, sino más bien a pymes con una estructura y capital que se mantengan aquí. Pero somos demasiados organismos haciendo el mismo trabajo y nos hacemos la competencia entre nosotros: Junta, Mancomunidad, Cámara de Comercio... mareamos mucho a los empresarios.

-La agricultura no pasa por su mejor momento. ¿Tiene futuro?

-Las ayudas de Europa en lugar de para mantener la producción son para dejar de producir. ¿Qué podemos hacer nosotros? Diversificar la actividad agrícola con actividades alternativas que ayuden a los agricultores. Por ejemplo, el arreglo de caminos rurales, además de para facilitarles el acceso a las explotaciones, también nos lo estamos tomando como una red de recorridos que atraigan a la gente al campo para disfrutar de un turismo agrícola. Hemos contactado con varios agricultores dispuestos a habilitar sus antiguas casas viñas con varias habitaciones. Ya están viendo que estamos colocando las señalizaciones, y ese apoyo que ven desde el Ayuntamiento les anima.

-Otra de sus responsabilidades es el sector pesquero. ¿Cuál es su diagnóstico?

-Cuando comencé la legislatura lo primero que hice fue reunirme con todos los colectivos y por supuesto pesqueros: armadores, ventas continuadas... en El Puerto, en los años ochenta, hemos llegado a tener más de cien embarcaciones que faenaban en aguas de Mauritania y Marruecos. Pero eso cambió cuando entramos en la Unión Europea. Los acuerdos con Marruecos, o no se han hecho o han sido de mínimos. Yo creo que, a largo plazo, nos ha perjudicado entrar en la UE. No es lo mismo ver los problemas desde la cercanía que desde Bruselas.

-¿Cuántos barcos quedan en la flota pesquera de El Puerto?

-Pues entre ocho y doce, frente al centenar que había hace veinte años. Eso ya es irrecuperable... porque la línea es fomentar el desguace, o exigir unas condiciones técnicas para los barcos que los armadores se encuentran en el dilema de comprar un barco nuevo o retirarse de la profesión.

-¿Desaparecerá esta actividad económica en la ciudad?

-Si no se cambia la política pesquera, sí. Y con todo, en El Puerto hay cien marineros que viven de la pesca y entre cien y doscientos puestos de trabajo indirectos: el muelle, la lonja, la fábrica de hielo...

-¿Y qué puede hacer el gobierno local para ayudarlos?

-El Ayuntamiento puede hacer poquísimo por el sector pesquero. Y la Junta está amarrada por la UE. Hay un gran desánimo en el sector, donde trabaja gente de corta edad que no ha visto otra cosa y pretende aguantar hasta el final. Lo único que me han pedido y que tenemos posibilidad de hacer son mejoras en el muelle y en el funcionamiento de la lonja. Recientemente les instalamos las cámaras frigoríficas para el pescado sobrante.