Los manifestantes portaron pancartas solicitando que no se produzca el desalojo del colectivo del emblemático edificio gaditano. :: VÍCTOR LÓPEZ
movilización

Unas 60 personas se concentran en contra del desalojo de Valcárcel

La protesta, con escaso poder de convocatoria, se desarrolló sin incidentes frente al Hotel Playa, vinculado a Zaragoza Urbana

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Ante la amenaza de desalojo que pesa sobre el edificio de Valcárcel, el colectivo que lo ocupa desde el mes de junio realizó un llamamiento a la ciudadanía para que se sumara ayer al mediodía a una protesta en contra del cierre. La movilización, que se celebró sin incidentes frente al Hotel Playa Victoria, tuvo escaso poder de convocatoria. Entre 50 y 80 personas se congregaron en un enclave -la glorieta Ingeniero de la Cierva- que los domingos rebosa de familias con niños que disfrutan de este espacio público cuando el sol brilla. Ayer no fue una excepción y los ciudadanos que se encontraron con la protesta, optaron por abandonar la glorieta o quedarse en los aledaños como simples espectadores.

El lugar elegido por los activistas no era casual. Pretendían mostrar su oposición a la que hasta la fecha consta como propietaria del inmueble, Zaragoza Urbana; la promotora que tenía previsto levantar en el antiguo hospicio un hotel de cinco estrellas pero que desistió del proyecto. Zaragoza Urbana también es propietaria del Hotel Playa y por ese motivo, el colectivo de Valcárcel Recuperado se desplazó hasta la puerta del establecimiento hotelero.

Los activistas acusan a la empresa de especular con el inmueble, de «mentirosa» y de abandonar el edificio para que se lo «queden las palomas». La estrategia que mantiene el colectivo ante el juez, que instruye la denuncia formulada por la empresa por un delito de usurpación de bienes inmuebles, es la de negar la mayor. Consideran que Zaragoza Urbana no es dueña de Valcárcel, que es un edificio abandonado y como tal, no han ocupado nada porque no es de nadie en concreto sino del pueblo.

Antes de arrancar con las proclamas y los lemas, los participantes colocaron una mesa para recoger firmas en apoyo a la causa, difundir panfletos e información a la ciudadanía. Algunos curiosos se acercaron y recogieron material donde se podía leer en qué consiste el proyecto de Valcárcel Recuperado: una escuela de autoorganización donde las reglas las establece una asamblea.

Desobediencia civil

La filosofía de estos activistas está reflejada en los propios panfletos que distribuyen donde se puede leer frases a favor de la desobediencia civil: «Si no queremos ni obedecer ni ser obedecidos, debemos aprender a autoorganizarnos y a trabajar juntos». En la protesta pudieron escucharse gritos a favor de «la abolición del Código Penal». El mismo texto legal que utilizan para defender su causa en los juzgados.

Los manifestantes, portando pancartas, se dispusieron frente al hotel; mientras que los efectivos de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de la Policía Nacional acordonaron la entrada del establecimiento para impedir la entrada de los activistas. La línea roja la marcaba la carretera que separa la acera del hotel y la plaza. Salvo algún intento aislado, los manifestantes no se movieron de la glorieta y los agentes no tuvieron que intervenir. Transcurrida la hora de protesta, el colectivo abandonó poco a poco la plaza.