El presidente de la asociación de vecinos, Francisco Soto, con uno de los vecinos que están afectados por la situación. :: ESTEBAN
Jerez

La mitad de cubiertas de La Asunción harán aguas con las próximas lluvias

La paralización del plan de rehabilitación iniciado en la barriada ha dejado a 58 bloques con graves problemas en sus techumbres y bajantes

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La llegada de las lluvias propias de este momento del año, que salvo algún día muy puntual aún no han caído este otoño en su medida habitual, tiene preocupados a los vecinos de La Asunción. La barriada no está preparada para que sus bloques no sufran un incremento de los muchos daños que ya presentan.

La paralización, durante el pasado 2010, de las labores de rehabilitación que se venían realizando desde unos años antes en los 116 edificios residenciales del lugar ha dejado a la mitad de los bloques sin el esos arreglos que los otros 58 prácticamente estrenan. Y las cubiertas y los bajantes son las zonas más dañadas.

Por ello son los dos vecinos de cada planta alta (cada bloque tienes tres plantas con un par de viviendas cada una) los peor parados. «De ellos, tengo fuera de sus casas y malviviendo con familiares a vecinos de tres bloques que yo sepa, porque no tengo todos los datos», asegura Francisco Soto, el presidente de la asociación de vecinos.

La Asunción cuenta con 55 años de vida y no ha sido rehabilitada en su totalidad desde 1984 en que, como recuerda el dirigente vecinal, «se hizo un arreglo y desde entonces no se ha hecho nada más en La Asunción». Al menos entonces quedaron bastante más satisfechos que en este intento inconcluso iniciado 35 años después de aquello.

Tras cinco años de obras

«En 2005 es cuando comenzó esta otra rehabilitación, y hasta el 2010 iba todo muy bien», recuerda Soto que lamenta que «todo quedó atrancado, se cerró el grifo y cada vez va peor la barriada». Además, «Los vecinos son cada vez mayores y no tienen ningún recurso para ir a ningún sitio. Estamos entre la espada y la pared», añade.

Una reciente reunión con Pablo Lorenzo, el delegado provincial de Obras Públicas, no permitió a la asociación de vecinos conseguir mucho. «Fue hace un mes y me comunicó que La Asunción la tenían pendiente hasta final de 2012». No solo habrán de soportar el otoño e invierno inmediatos sino que aún habrán de prepararse para las estaciones más húmedas del año próximo.

«Hasta la fecha no sabemos más», dice Francisco Soto, quien, al aguardo de alguna respuesta desde el Ayuntamiento, recuerda una primera del delegado de Urbanismo: «Saldaña nos dijo que económicamente no se podía comprometer a nada pero que iba a hablar con empresas a ver si podía ir solucionándose el problema, al menos, de estos tres bloques». Se refiere a aquellos en los que hay vecinos viviendo fuera de sus casas.

Entre puntales

El estado de las cubiertas y los bajantes están, mientras tanto, generando numerosos recaladeros y humedades y originando esas escenas de estancias familiares entre puntales cada vez más comunes en los barrios jerezanos que superan las cuatro o cinco décadas de existencia. «Y cada vez se va agravando más», dice Soto.

«La barriada tiene 55 años», insiste, «y lo único que se le ha hecho en ese tiempo es lo que se ha hecho de 2005 para acá y antes con apenas un lavado de cara, unas telas asfálticas para los techos, un poco de pintura y nada más». El presidente clama una atención que, hoy por hoy, está condicionada por las restricciones en el gasto público.

A unos días de las elecciones generales, la voz que eleva Francisco Soto tiene vocación de proclama: «Yo, desde aquí, me dirijo a los políticos, y a los jerezanos fundamentalmente, que se reunieran con el de la Junta de Andalucía, que hay muchas barriadas así y arreglarlas daría mucho trabajo, que hicieran un esfuerzo para que tuviéramos unas viviendas dignas».

El caso es que, con las lluvias encima, el corto plazo del día a día de los vecinos de La Asunción les insta ya a encomendarse a un cielo que, en pleno otoño, no puede tener, hoy por hoy, más que malas noticias para sus cubiertas.