Las instalaciones de Torregorda, pertenecientes al Ministerio de Defensa, están situadas en un lateral de la carretera que une la capital gaditana con San Fernando. :: VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

El Ayuntamiento pretende la cesión de parte de las instalaciones militares de Torregorda

Será una de las reivindicaciones que se plantearán al nuevo Gobierno tras comprobar que hay espacios sin uso

Cádiz Actualizado: Guardar
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La proximidad de las elecciones generales hace que las administraciones saquen brillo a sus proyectos, los viejos y los nuevos, con la esperanza de llevarlos a buen puerto ante la perspectiva de que los vientos le sean favorables a partir del 21 de noviembre. Eso está haciendo también el Ayuntamiento de Cádiz, que prepara una nueva ofensiva por ganar espacio en una ciudad que carece de oportunidades de crecimiento. En esa línea el Gobierno de Teófila Martínez ha puesto su vista en un espacio que hasta el momento ha permanecido ajeno a la vida de los gaditanos: Torregorda.

Cada vez que durante los ocho últimos años algún proyecto urbanístico en la ciudad de Cádiz ha sufrido un parón, ha tenido que ser modificado por falta de inversión o simplemente se ha metido en el cajón del olvido desde el Ayuntamiento se ha señalado directamente a un culpable, las administraciones socialistas.

Ahora que la situación puede cambiar con la posibilidad de que sea el Partido Popular el que ocupe el puesto de mando en La Moncloa después de las elecciones del 20 de noviembre está por ver si Teófila Martínez tenía razón o no. Si como siempre ha mantenido los grandes proyectos que se han realizado en la ciudad tuvieron el impulso del Gobierno de José María Aznar, no habría motivo para pensar que las políticas con respecto a la ciudad hayan de cambiar con Mariano Rajoy, que tendría que superar un listón que su propio partido le ha puesto, quizá, demasiado alto.

Por el momento, es tal la confianza del equipo de Gobierno gaditano en que su partido gobernará España que ha decidido paralizar las negociaciones que tenía pendientes con el Gobierno central esperando conseguir condiciones más ventajosas con un ministro popular en la silla de enfrente.

El Consistorio gaditano quiere recuperar para la ciudad varios equipamientos que están en su término municipal y actualmente pertenecen a la administración del Estado. Uno de los principales propietarios es el Ministerio de Defensa, con espacios propios en la ciudad como el Casino Militar, el Instituto Hidrográfico, la iglesia Castrense o las instalaciones militares situadas en la CA-33 dentro del término municipal gaditano.

En el primero de los casos, el concejal de Hacienda, José Blas Fernández, ya ha anunciado que el Ayuntamiento, a pesar de haber mantenido contactos iniciales con Defensa para hacerse con el inmueble situado en la calle Ancha, tras quedar la subasta pública para su venta desierta, ha paralizado las conversaciones para esquivar un gasto que supondría más de un millón de euros y tratar de conseguir la cesión gratis o en condiciones muy ventajosas de este edificio ubicado en pleno centro de la ciudad.

Caso diferente es el del Instituto Hidrográfico o la Castrense, que tienen protección patrimonial y no son del interés municipal.

Lo que sí sería una gran novedad es la intención de solicitar a Defensa la cesión de parte de las instalaciones militares que posee en el término municipal gaditano, concretamente en Torregorda, en la carretera de Cádiz a San Fernando, y que según el teniente de alcaldesa «podría tener nuevos usos teniendo en cuenta que tenemos constancia de que hay varias dependencias que los militares no están usando y que están cerradas».

La cesión que se pretende conseguir sería similar a la ya lograda con otros espacios como la muralla de Cortadura o el Club Marte. Estos dos equipamientos pasaron a manos de la ciudad el pasado mes de febrero, cuando la alcaldesa y la directora general de Infraestructuras del Ministerio, Mónica Melle, rubricaron un acuerdo por el que las murallas del Fuerte de Cortadura se ceden a la ciudad por un periodo de 25 años y se «traspasaba» el Club Marte por un precio de 800.000 euros.

No obstante, desde el equipo de Gobierno se aclara que desde la firma no todo han sido facilidades, ya que aún no se ha podido empezar a trabajar en la rehabilitación y adecuación de estos equipamientos para adaptarlos a sus nuevos usos al no haberse recibido aún el «documento oficial en el que Defensa indica que han pasado a nosotros».

José Blas Fernández asegura que, si gobierna su partido, el Ayuntamiento gaditano no dejaría pasar la ocasión de reivindicar la cesión de estos espacios, con el fin de evitar «que como siempre Defensa intente conseguir algo a cambio de nosotros cuando negociamos cualquier cosa».

Medio Ambiente

Además de estas negociaciones con el Ministerio de Defensa, el Ayuntamiento no quiere dejar pasar la posibilidad de reclamar por fin la cesión del Molino de Mareas del Río Arillo, «donde se podría hacer un proyecto bonito». Desde hace tiempo está pendiente un informe de impacto ambiental que el Ministerio de Medio Ambiente estaría elaborando para poder acometer la rehabilitación de este edificio, que actualmente presenta un estado de conservación más que deficiente y que se quiere adecuar para ser visitado, convirtiéndose en un centro de interpretación.

El otro gran tema pendiente con el Ministerio de Medio Ambiente que el Ayuntamiento tiene la esperanza de desbloquear es el de la dotación de nuevos usos para las murallas de San Roque. Una vez que el baluarte, situado junto a las Puertas de Tierra va perfilando su contenido, con el aprovechamiento de algunas de sus bóvedas para actividades relacionados con el ocio y la cultura, José Blas Fernández insiste en que el equipo de Gobierno popular va a sacar del cajón el proyecto para construir un aparcamiento subterráneo junto al baluarte.

El equipo dirigido por Teófila Martínez mantiene su apuesta por crear en esta zona aledaña a la playa de Santa María del Mar y a varios edificios administrativos una nueva bolsa de aparcamiento. Hace años que este proyecto (con un presupuesto que ronda los diez millones de euros) está sobre la mesa del Consistorio gaditano e incluso se habían comenzado los trabajos previos de cimentación, pero el Ministerio de Medio Ambiente lo rechazó en 2004 aduciendo a problemas en el edificio del Instituto Columela. La excusa nunca terminó de convencer a Teófila Martínez, que mantiene su intención de construir el aparcamiento y reurbanizar el paseo superior de las murallas.

A estos equipamientos habría que sumar los que en su momento queden libres tras la construcción de la nueva Subdelegación del Gobierno en la avenida Andalucía, que traerá consigo una reagrupación de dependencias del Estado en la ciudad, lo que dejará vacíos varios edificios repartidos por todo Cádiz.

Todo esto, claro está, se producirá si Mariano Rajoy gana las elecciones y su equipo está de acuerdo con las peticiones municipales. No hay ninguna garantía de que esto sea así, de hecho, en la anterior etapa de gobierno popular tampoco se produjo la cesión de los espacios.