PAN Y CIRCO

UN CUENTO CHINO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Había una vez una productora que gestionaba los derechos televisivos del fútbol en España y decidió que los horarios de los partidos se repartieran lo máximo posible y abarcaran todos los días posibles del calendario para que la gente no se aburriera. El paro azotaba con fuerza al país y no era plan de que el pueblo se quedara sin su principal entretenimiento. Un grupo de privilegiadas mentes pensantes ofrecieron la solución. Niños viendo fútbol a las once y media de la noche, familias prescindiendo de hacer la digestión con una buena siesta para seguir a sus equipos frente al televisor a las cuatro de la tarde y los adolescentes más rebeldes y aficionados a las largas noches empalmando los sábados para ir al estadio a mediodía para seguir activos o dar algunas cabezadas en función del espectáculo que le brinden sus 'héroes'. Su generosidad era tal que habían pensado de antemano mucho más allá de nuestra fronteras. ¿Por qué apoderarse de un bien tan preciado como el fútbol que se practica en la Liga pudiendo compartirlo con la población de China, por ejemplo, que, total, son sólo 1.300.000.000 de los 7.000.000.000 habitantes que acabamos de estrenar en el mundo? A los implicados, jugadores y clubes, no les agradaba la idea de jugar a las 12.00 horas, pero prefirieron pensar eso de todo por la 'pasta', en este caso sushi, arroz tres delicias o rollitos de primavera (otoño o invierno). Los primeros meses de 'experimento' parece haber demostrado que todo esto del impacto comercial en Asia no es más que un cuento chino. Las mentes pensantes no habían caído en que sus sabios ciudadanos no van a cambiar de costumbres ni ofreciendo un 7-1 del Real Madrid frente a Osasuna con tres goles de Cristiano Ronaldo, incluso cambiando de peinado en el descanso, que por esos lares nunca está de más el cuidado de la imagen. El canal de deportes de la televisión nacional china (CCTV 5) decidió no retransmitirlo. Sí lo hizo el canal local Beijing TV, que cifra en 60 millones el seguimiento del mismo. Otro cuento chino, pues no es más que el menos de 5% de público que podría seguir por Internet si lo desea.