Sánchez ya ha dicho que en un año deja la política, y Pacheco ve cómo se agrava su proceso judicial. :: L. V.
Jerez

Exgobernantes en horas bajas

Los problemas judiciales de Pacheco coinciden con el anuncio de Pilar Sánchez de que dejará la política en un año

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A estas alturas quieren matar al 'Inmatable', ese animal político irrepetible y 'sui generis' al que siguen respetando y mirando de reojo sus adversarios, sobre todo después de que en las pasadas elecciones municipales, tras cuatro años alejado de la primera fila de los entresijos municipales -otra cosa es lo que trabajara desde la sombra- y sin unas siglas solventes que le respaldaran, lograra hacerse con cuatro ediles de la Corporación del Ayuntamiento de Jerez y un diputado provincial acercándose peligrosamente a los resultados electorales del PSOE.

Esos resultados, su presencia en la Diputación y la certeza de que Pacheco siempre es el mejor conocedor de cualquier tema que se cueza en Jerez son herramientas poderosas que hacían presagiar tal vez no un renacimiento, pero sí una puerta grande para los últimos años que le queden en política al que fue eterno alcalde de la ciudad.

Pero en éstas se ha cruzado en el camino del actual dirigente del Foro Ciudadano de Jerez la fiscal Anticorrupción Virginia Alonso, que por el caso de los asesores, ése en el que estaban también implicados sus estrechos colaboradores José López y Manuel Cobacho, solicita para él nada menos que 22,5 años de cárcel y 59 de inhabilitación.

Está por ver qué va a ocurrir, si esta abultadísima petición de penas del escrito de calificaciones se desinfla o si por el contrario el caso de Pacheco va a convertirse en el más ejemplarizante de la lucha contra las posibles corruptelas de la clase política -y casi de cualquier causa penal-, pero lo cierto es que en el camino del exandalucista, exalcalde y exdelegado de Urbanismo se ha cruzado un importante obstáculo que él, tan prolijo con las palabras y los calificativos, ha tildado ya de «barbaridad, atrocidad, disparate y fusilamiento».

Y lo más curioso de todo es que este amargo postre se lo ha servido en bandeja la que fuera su socia de gobierno, la socialista Pilar Sánchez, que fue quien denunció a la Fiscalía Anticorrupción que se habían pagado importantes facturas a los colaboradores de Pacheco desde empresas públicas y por trabajos nunca efectuados.

Sin embargo, tampoco la antigua primera edil pisa terreno firme ya no solo en los juzgados, donde tiene pendiente su propio proceso por contratar asesores, sino sobre todo porque las aguas en su partido siguen revueltas y por más que se empeñen todos en esperar al final de las elecciones para iniciar la renovación lo cierto es que lo que se evidencia es que hay dos PSOE de Jerez muy diferenciados y una secretaria general que hace lo posible por evitar una presencia activa en la vida política.

Tanto es así que esta misma semana la socialista ha dejado claro en una entrevista en Una Televisión que cuando el próximo otoño se renueve el liderato de su partido ella no solo dejará la secretaría general, sino también su acta de concejal en Jerez -ya apenas se la ve ni en los plenos- y la de diputada provincial. Los mismos cargos que, de ser inhabilitado, debería abandonar Pedro Pacheco.

Son dos de tres, ya que parece que de aquella terna de dirigentes que gobernaron la ciudad -más o menos avenidos- durante dos legislaturas solo queda ya un nombre con proyección de futuro real: el de María José García-Pelayo, alcaldesa y próxima senadora.