Rubalcaba espolea a los suyos

La Conferencia Política del PSOE de este fin de semana, sucedáneo del congreso que debió haberse realizado para entronizar debidamente a Rubalcaba, tenía por objeto principal espolear los ánimos del aparato socialista y de su clientela potencial para generar en su ámbito la conveniente tensión preelectoral. Y a pesar de que ayer mismo nuevas encuestas aseguraban que la abismal distancia que separa al PSOE del PP en intención de voto sigue creciendo, el candidato socialista cumplió bien su cometido: un vibrante discurso de clausura de la convención puso en pie a las élites de su partido, que hasta aquel momento no habían conseguido levantar el ánimo. Rubalcaba trata de sortear las serias dificultades que encuentra para lanzar un mensaje creíble por el procedimiento de proponer el retorno a la socialdemocracia como método para recuperar adhesiones perdidas, salir de la crisis y preservar el Estado de bienestar. Y, como ya hizo González, alega otras remontadas históricas para animar a sus seguidores. De cualquier modo, es claro que el objetivo de Rubalcaba y de los suyos no es tanto intentar un triunfo inviable cuanto minimizar en lo posible una derrota que podría dejar al PSOE muy postrado y con serias dificultades para recuperar su papel de fuerza vertebral de uno de los hemisferios políticos de este país.