Economia

Salgado rechaza que los bancos españoles precisen una auditoría externa

El FMI se compromete a hacer «todo lo necesario» para resolver la crisis europea

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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La vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, defendió ayer en Washington la solvencia de los bancos españoles y rechazó la posibilidad de una auditoría externa como había pedido esta semana un alto responsable del Fondo Monetario Internacional. Para la ministra es suficiente señal de credibilidad el examen del Banco de España y el hecho de que las entidades financieras españolas hayan publicado «con detalle» su exposición al sector inmobiliario. Antonio Borges, director para Europa del FMI, había sugerido en la apertura de la reunión del Fondo aplicar esta medida adicional destinada a tratar de recuperar la confianza en el sistema financiero español, como ya se hiciera durante la crisis en Irlanda.

«Lo hemos hablado muchas veces. Nosotros creemos que el examen que se hace por el Banco de España y el hecho de que, desde principios de este año, todas las instituciones financieras hayan hecho pública con todo detalle su exposición al mercado hipotecario, que es básicamente donde podrían estar las dudas, han contribuido a reforzar la confianza», manifestó la ministra.

Mientras, el Fondo Monetario Internacional buscó ayer ir un paso más allá del crudo diagnóstico de su presidenta, Christine Lagarde, de que la economía global se encuentra en una «fase peligrosa» anunciado su compromiso de tomar medidas «decisivas y coordinadas» frente a la crisis de la deuda soberana europea y otros males que amenazan con devolver al mundo por la senda de la recesión. «Estamos alentados por la determinación de nuestros colegas de la zona euro y hacer todo lo necesario para resolver la crisis europea», afirmó el comunicado de conclusión de la reunión de los miembros del Comité Financiero y Monetario de la institución. Tras su primera reunión como directora gerente fondo, Lagarde destacó que las medidas tomadas por los países afectados significan un avance significativo, si bien reconoció que todavía «estamos en la mitad del camino».

Presiones

Las delegaciones de Estados Unidos y China centraron sus esfuerzos en presionar a Europa para que controle su crisis de deuda, antes de que provoque pánico en los bancos y lleve a la economía global a una recesión. En su advertencia más explícita hasta ahora acerca de la crisis, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, instó al Banco Central Europeo (BCE) a intervenir y a que asuma un rol más activo para controlar las turbulencias.

«Debemos eliminar la amenaza de una cascada de quiebras, pánico bancario y riesgo catastrófico, ya que de otro modo socavará los esfuerzos europeos y globales», afirmó Geithner en su intervención en el Comité Financiero y Monetario del FMI. «Las decisiones de cómo tratar definitivamente los problemas de la región no pueden esperar hasta que la crisis se vuelva más severa».

Geithner aconsejó el trabajo conjunto del BCE y los Gobiernos europeos para asegurar «financiación asequible» de Gobiernos y bancos para «recuperar la confianza». «Las decisiones acerca de cómo encarar de manera concluyente los problemas de la zona euro no pueden esperar a que la crisis se haga más severa», agregó.

A las economías emergentes les reiteró que reorienten sus modelos de crecimiento hacia la demanda doméstica como la vía más eficaz de apoyar recuperación global. Especialmente, se refirió a China que, dijo, «tiene un espacio considerable para impulsar el consumo y fortalecer la demanda interna permitiendo que el tipo de cambio se ajuste a las fuerzas del mercado».

Por su parte, Zhou Xiaochuan, gobernador del banco central chino, replicó la advertencia de Geithner, agregando que los países con grandes déficits, en referencia directa a Estados Unidos, deben además actuar con responsabilidad. «La crisis de deuda soberana deber ser resuelta con urgencia para estabilizar la confianza de los mercados. Son necesarias medidas de consolidación fiscal obligatorias y creíbles en las economías relevantes para aliviar la tensión de la deuda soberana», dijo Zhou al FMI