PROCASA

He visto la luz. Este verano lo he podido ver claramente. El futuro de Cádiz toma forma: ni Astilleros, ni Airbus 320, ni Carnaval de Interés Turístico Megauniversal ni la ensaladilla de las Palomas remasterizada por Ferrán Adriá. El futuro de Cádiz está en Procasa (Procesiones Cádiz S.A.), una empresa en la que caben todas las aspiraciones de los gaditanos: llevar un traje y fijata, cargar un paso, hacer un Vía Crucis, cortar calles y salir en la tele de refilón. Esta empresa que será emblema de nuestra gran capital nos permitirá ponernos en la vanguardia del continente. Benedicto nos tendrá como su hija predilecta y nosotros, en agradecimiento, le dejaremos los palcos de la catedral montados eternamente. Tiene sus peros, sus queseyó, sus argochungo, aunque eso en Cádiz lo sabremos sobrellevar. Ni que decir tiene que tendremos que aparentar ser unos buenos samaritanos durante unas horas de cara al público y guardar el sieso que llevamos dentro. Eso es fácil. Más complejo será averiguar las calles que se cortan porque viene de improviso un paso, empezar a utilizar el término cargadores/as, maniguetas/os, hermanos/as varillas con más asiduidad, acoger, con cariño, a todas las bandas de nuestros bellos pueblos vecinos que tendrán que venir, etc.

Da igual, todo sea por oficializar lo que es un secreto a voces: somos los mejores en todo y si hay que sacar cinco pasos por mes pues se sacan y al que no le guste, pasando el puente está la península y allí las cosas son bien distintas. Mientras tanto, voy a ir montando unos cursos para cargadores/as de primera que si los sindicatos no me quitan la idea seguro que me los subvencionan con un buen dinerillo.