EL TRANVÍA

EL PLAN DE AJUSTE DEL AYUNTAMIENTO

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¿No se exigían medidas al nuevo gobierno municipal para sacar al Ayuntamiento de la tremenda crisis económica en la que se encuentra? Pues este pasado viernes las presentó a través de un plan de ajuste que incluye un buen puñado de ellas, algunas realmente duras, tal como la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, avisó días antes. Habrá reducciones de sueldos, de momento recortando pluses, horas extra y productividades -lo que venga el año que viene se negociará con los sindicatos-, se semiprivatizará la gestión de algunas empresas municipales, se cambiará la concesión en otras, se apostará por las prejubilaciones... Pero quizá la decisión más controvertida haya sido la de presentar un concurso de acreedores en Jecomusa, sociedad que gestiona Onda Jerez, y que más que posiblemente conllevará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría un buen puñado de trabajadores de la emisora pública. Puede, incluso, que a más de la mitad de los casi 90 que hay.

Pero, con la perspectiva que te permite cierta distancia con lo que está sucediendo y las decisiones que han sido adoptadas, uno no puede evitar plantearse si esto no es precisamente lo que reclamaban buena parte de los jerezanos para paliar esta situación. El Ayuntamiento de Jerez está en la UCI y precisa, por tanto, de una intervención urgente, casi diría yo que a vida o muerte. No sé si hay soluciones mejores o más efectivas que las que se han llevado a cabo, pero había que hacer algo para parar la hemorragia.

Un dato a modo de ejemplo. El Consistorio se gasta alrededor de 12 millones de euros al año solo en horas extra, gratificaciones, productividades y otros pluses similares. Ya me dirán cómo se sostiene eso cuando la deuda ronda los mil millones de euros y no hay dinero ni para pagar las nóminas -la de agosto, de hecho, todavía no se ha terminado de abonar-. Está claro que esta situación está provocada por una herencia maldita, culpa de unos gobiernos anteriores que han sido nefastos, y no de los trabajadores municipales. Pero el problema está ahí, no hay posibilidad de dar marcha atrás en el tiempo -aunque no estaría de más que los responsables respondiesen por lo que hicieron-, y urgen soluciones.

Dios me salve de ser agorero, pero estoy convencido de que la cosa no va a quedar aquí. Habrá más planes de ajuste. Atentos a la denuncia que el gobierno local ha presentado contra el convenio colectivo del Ayuntamiento. Porque tocará sentarse con los sindicatos a negociar el nuevo. Y la declaración de guerra que UGT y CC OO han proclamado contra el Consistorio complica el horizonte. Los meses que se avecinan no van a ser precisamente fáciles. El otoño y el invierno van a estar calentitos, calentitos.