Jerez

El Cristo se rinde a la Virgen del Valle

El obispo preside hoy la función principal dedicada a la dolorosa coronada de San TelmoLa nueva junta de gobierno presidida por García Cordero ha preparado con esmero los cultos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Acaban de tomar posesión, y se nota. Se nota por la ilusión y el trabajo que han llevado a cabo este verano, y por las nuevas ideas que han traído para la hermandad. Sin duda, la mayordomía de una hermandad es el claro espejo de las fuerzas de una cofradía, porque refleja la implicación, las ganas, la ilusión y la generosidad de la junta de gobierno y del equipo de trabajadores que posee la misma. Pues si esta afirmación es cierta, la hermandad del Cristo de la Expiración está actualmente en una fase de crecimiento que consolide el buen trabajo que ya dejó realizado la junta de Antonio Yesa.

José Manuel García Cordero es el actual hermano mayor de la hermandad del Cristo, y ya formó parte de la junta de gobierno anterior en el cargo de tesorero. Y nada más llegar, ha decidido revolucionar el altar de cultos que cada año convoca la hermandad para honrar a su imagen titular, María Santísima del Valle Coronada. Un cargador del Cristo de toda la vida, a los pies de María. Una buena señal de que las cosas en el Cristo se entienden, se conciben como un todo, y no como dos partes separadas. «Yo no puedo negar que soy del Cristo, porque toda mi vida he sido cargador, pero desde la coronación de la Virgen del Valle y todo lo que realizó la hermandad para festejarlo reconozco también que me he hecho mariano por convicción. Y tenía claro que para Ella quería lo mejor», afirma con convicción el hermano mayor.

Y lo mejor ha sido un altar de cultos absolutamente espectacular, con más de dos candelerías rebosantes de luz para una dolorosa que se ha colocado a la altura del arco de medio punto, sacándola del camarín en el que convive con el Cristo de la Expiración y convirtiendo el presbiterio de la ermita del Cristo en una espectacular grada donde la plata y la cera le roban el protagonismo a las flores, que quedan en un segundo plano en esta ocasión, aunque los pocos detalles que lleva el altar son de primer nivel, con nardos y rosas de pitiminí. La intención de la mayordomía era montar un altar nunca visto por San Telmo, uno que recordara a los antiguos montajes que se realizaban en la ciudad donde la cera era el complemento perfecto para encumbrar a las imágenes en los actos más solemnes de la cofradía durante el año.

Y este triduo mariano lo ha sido, sin duda. El primero de una junta de gobierno que presume de mantener el ambiente fraternal en el día a día de la hermandad, ya que se reúnen más de veinticinco personas cada día en la hermandad del Cristo. Tantas, que ha habido días que durante el montaje ha habido que cerrar la iglesia, debido a la afluencia de hermanos y las complicaciones para trabajar.

Respeto y comunión

Pero incluso con la iglesia cerrada, los detalles se han cuidado hasta el extremo. Se ha habilitado una zona anexa donde los hermanos que querían rezar a las imágenes, pudieran en todo momento rezar ante el Santísimo, gracias a la colocación de un sagrario en una zona anexa a la iglesia. Un detalle más de una mayordomía que ha contado con la colaboración del teniente hermano mayor, que ha sido el que ha ideado este primer altar, que se ha concebido además desmontable por fases para poder utilizarlo para otros cultos ordinarios.

La convivencia es, sin embargo, el mayor reto que tiene por delante la junta de gobierno, que ha entrado con fuerzas e ilusión, y que ha mantenido en el cargo a todos los que antes estaban. Sigue el vestidor, Fernando Barea, sigue el capataz del paso de palio, Francisco Yesa y el bar de la hermandad sigue siendo la zona de encuentro de todos los que se quieran acercar a la ermita del Cristo. Una casa de hermandad que además está siendo remozada en su totalidad, ya que la junta de gobierno ha comprado nuevo mobiliario para favorecer la comodidad de los hermanos, y continúa con las obras que ya comenzara en su momento la junta de Antonio Yesa. La antigua sala de pasos ha desaparecido para que el salón principal sea más grande, y está previsto crear unas vitrinas para esa sala capitular que expongan los enseres más importantes de la corporación.

Nuevas ideas, por tanto. Ilusión en el comienzo, y un reto; conseguir que todos, sin excepción, se sientan en el Cristo en su casa.