Economia

Tregua en las bolsas por los bajos precios y el impulso energético

Los inversores dirigen la vista a EE UU, donde el presidente de la Reserva Federal podría anunciar el viernes nuevas medidas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Muchos inversores europeos optaron ayer por comprar barato, y otros celebraron anticipadamente la caída del régimen libio del coronel Gadafi. También computaron los rumores sobre los posibles estímulos que la Reserva Federal estaría preparando para anunciar el viernes. Los precios bajos de las acciones y el potencial del sector energético aportaron el optimismo y llevaron a dejar de lado la inquietud por la ralentización económica, las dudas sobre el sector bancario y hasta las reticencias que suscitan las fórmulas para solventar la crisis de la deuda en los países más débiles de la zona euro.

Las principales bolsas europeas cerraron con ganancias, excepto la de Fráncfort, que no fue capaz de superar la desconfianza y cuyo principal índice se dejó apenas el 0,11%. Destacó el avance del parquet de Madrid, con una mejora del 1,87% que colocó el Ibex-35 en 8.293,9 puntos. El índice Footsie de la Bolsa de Londres cerró la sesión con un avance del 1,08%, a 5.095,3 puntos, después de haber llegado a subir 2,82% durante la jornada. La Bolsa de París terminó con una subida del 1,14% de su índice, el CAC 40, aunque el volumen de intercambios fue muy bajo. Por su parte, el FTSE Mib de la Bolsa de Milán ganó el 1,78%, después de haber progresado durante la sesión un 4%.

En Madrid, el impulso vino del sector energético. Endesa subió el 3,33%, Gas Natural escaló el 1,61% y el grupo petrolero Repsol ganó 2,78%. Este repunte de la petrolera española podría estar ligado al eventual derrocamiento de Gadafi y la consiguiente reanudación de la producción petrolífera de Libia, prácticamente paralizada desde el inicio del conflicto en febrero. Pero también destacó Telefónica con un alza del 2,53%. Los expertos no creen, sin embargo, que el trasfondo de desconfianza haya cesado.

«La buena trayectoria del mercado se debe a que el régimen de Muamar el Gadafi está llegando a su fin, lo que es un buen soporte para los mercados europeos», explicó a la agencia AFP Peter Cardillo, de Rockwell Global Capital. «Pero el mercado vuelve a sus fundamentos: hay mucha incertidumbre, y todo el mundo espera saber qué va a decir Ben Bernanke el viernes», agregó. Y es que los inversores norteamericanos tienen la vista puesta en Jackson Hole (estado de Wyoming, al oeste de EEUU), donde el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, hablará a finales de semana. Fue el lugar elegido el pasado año para anunciar medidas de reactivación y flexibilización monetaria para combatir la crisis.

Los inversores europeos conocieron datos contradictorios. La nota tranquilizadora procedió de Berlín, donde el Bundesbank mantuvo la previsión de crecimiento de la economía germana en torno a un 3% interanual para el conjunto del ejercicio, a pesar de que el avance trimestre de los meses de abril a junio se limitó al 0,1%. El déficit germano se ha visto rebajado al 1,5% para 2011.

La desaceleración mundial que pronostica la OCDE no parece contar para Alemania. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico estima ahora que el crecimiento del PIB en los 34 países que la integran se limitó al 0,2% en el segundo trimestre, frente al 0,3% del arranque del año. A ritmo interanual, el frenazo fue aún mayor, puesto que el PIB de la zona creció un 1,6% en el segundo trimestre, frente al 2,4% del precedente. Se trata del «cuarto trimestre consecutivo de desaceleración del crecimiento», advirtió la institución, que confirmó la ralentización de las economías más avanzadas. El avance en la zona euro no va más allá del 0,2%, y en Estados Unidos se limita al 0,3%.

El Banco Central Europeo compró deuda de los países europeos más vulnerables -principalmente Italia y España- por importe de 14.290 millones de euros en las sesiones del mercado secundario comprendidas entre el 11 y el 17 de agosto, una cifra que se suma a los 22.000 millones de los títulos adquiridos en la semana precedente. Las adquisiciones han proseguido, y la institución volverá a rendir cuentas el lunes próximo.

No faltan otros motivos para la inquietud. En el camino de la compleja adopción de los acuerdos se han cruzado elementos insospechados como el compromiso adquirido por Grecia de garantizar la ayuda concedida por Finlandia, en el marco de un entendimiento bilateral. Otros países de la zona euro como Holanda, Austria y Eslovaquia también han reclamado garantías similares. «Un acuerdo entre dos partes no puede ser alcanzado sin la aprobación de otros miembros de la zona euro», clamaron portavoces del ministerio alemán de Finanzas y de la cancillería que preside Angela Merkel. Propuestas de este tipo, afirmaron, debieran realizarse «no en la prensa, sino en las instancias de la zona euro».

El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, instó a la zona euro a que resuelva este asunto. La intención manifestada por «muchos países de la zona euro» de exigir garantías a Grecia, al igual que lo ha hecho Finlandia, «cambia las cosas», señaló el ministro. Las autoridades «deben lanzar un mensaje claro y firme», exigió. Mientras, los gobiernos alemán y francés, defensores de avanzar coordinadamente, insisten en tratar la estrategia ellos solos. Los ministros de Finanzas de Francia y Alemania se reúnen este martes en París para dar contenido a las propuestas del presidente y la canciller.