PAN PARA HOY

ECLIPSE

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Esta semana que se agota hoy nos ha regalado una noticia que, seguramente, habrá pasado desapercibida para los ojos del lector ávido de estímulos, tanganas y estridencias. El aeropuerto Orly, de París, ha estrenado una azafata virtual. Se trata de un holograma que se pone en marcha cuando el usuario aprieta un botón. De momento, la máquina está en tierra y puede resultar hasta un juego para entretener a los niños aburridos de esperar un vuelo 'delayed'. Estas cosas de prescindir de la carne y el hueso quizá no nos sorprendan porque ya nos las han ido aventurando las películas de ciencia ficción. Ya se nos pondrá la carne de gallina cuando el holograma de la azafata esté dentro del avión y el que pilote el Airbus que nos lleva de vacaciones sea el holograma de un comandante; no estamos tan lejos de ese espanto. Dentro de poco, nos ofrecerán la posibilidad de tener nuestro propio holograma para que nos sustituya en el puesto de trabajo. Llámenme troglodita o fósil, pero a mi esto no me escita ni lo más mínimo. Ahora bien, entiendo que estas cosas asépticas triunfen; últimamente uno tiene la sensación de que tiene que pedir perdón por existir, por ser humano. Media humanidad estorba a la otra media. A fuerza de seguir la actualidad que nos sirven cocinada y envasada los medios de comunicación, se te va instalando la tristeza en los tuétanos. Claro, porque si te identificas con tus congéneres, los protagonistas de las noticias, te puedes llegar a sentir un maltratador, villano, violador de derechos, contaminador, perverso, dictador, y mil enfermedades más. Antes, nacía un niño y se hablaba de esperanza, hoy, con cada niño que salta al ruedo, nace un problema de desnutrición o de obesidad mórbida, dependiendo de la latitud. Pero si hasta hay hoteles que anuncian que tienen prohibida la entrada a los peques para que descansen tranquilos los clientes. Dijo el Papa que hay eclipse de Dios, y yo, sin negarlo, añado que también está eclipsada la humanidad que nos define. Hoy, está más valorado ser oso pardo o chimpancé que vecino de arriba. Pasen buen día.