Los obreros de Santo Domingo siguen acampados otra noche para pedir sus nóminas

La decena de trabajadores que hasta hace pocas semanas han trabajado en las obras de rehabilitación del convento de Santo Domingo, uno de los proyectos afectados por los supuestos desvíos de casi seis millones de euros de los fondos destinados a los Planes E por parte del anterior gobierno municipal, permanecerán acampados para reclamar el pago de sus dos últimas nóminas.

Así lo explicaron ayer a este medio algunos de los obreros, como Manuel Díez, que admitió que la primera noche a la intemperie «ha sido dura», pero que dejó muy claro que «de aquí no nos vamos a mover» y que apostilló que dormirán «indefinidamente» ante la obra en tiendas de campaña hasta que perciban lo que se les debe.

Estos extrabajadores de Romesan, la empresa subcontratada por Tarje, la adjudicataria de las obras, explicaron que en la mañana de ayer se produjeron los primeros contactos con los responsables de las compañías citadas para tratar de darles una solución. Sin embargo, aunque los representantes de las constructoras se desplazaron incluso hasta el lugar donde están acampados para tratar de calmar los ánimos, por el momento no han cobrado nada, y eso que «lo que se nos debe a todos nosotros no suma más de 25.000 euros».

Por ese motivo, y hasta que no se ingrese hasta el último céntimo que se adeuda a toda la cuadrilla de casi una decena de empleados, seguirán con su protesta, que han puesto en marcha tras realizar concentraciones diarias en las últimas semanas y venir cada día desde la localidad de Benalup. No en vano, como explicaron ayer a este medio junto a las puertas de las obras -paradas y apenas al 30% de su ejecución-, «entre la casa y la familia y después de dos meses sin cobrar ya no tenemos ni para pagar la gasolina».