Desde el sindicato afirman que las instalaciones no cumplen con las medidas mínimas de seguridad. :: L. V.
Jerez

Los agentes tachan de «despropósito» el informe de los calabozos de Comisaría

La CEP puntualiza que las condiciones son «deplorables» en todo el recinto y pide que se defiendan primero los intereses de la plantilla

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La indignación es más que palpable en el seno de la Confederación Española de Policía, después de que este medio hiciera público ayer un informe del Defensor del Pueblo sobre prevención de la tortura, en el que no quedaban en muy buen lugar los calabozos de la Comisaría jerezana. En concreto, el documento resaltaba entre otros las temperaturas «extremas» de las instalaciones y la inexistencia de planes de evacuación, lo que según el Defensor incumple los derechos de los detenidos.

Desde la CEP no tardaron en pronunciarse sobre la cuestión, tachando de «despropósito» el citado documento y recordando, ante todo, que las dependencias en las que trabajan los agentes son las impuestas por la administración, única responsable por tanto de su mantenimiento y cuidado. «Los calabozos no tienen aire acondicionado ni calefacción, es cierto -corroboraron con cierta acritud-, pero tampoco tienen jacuzzi al igual que las habitaciones del palacio donde se ubica la Comisaría, que son utilizadas como almacén de hacinamiento de funcionarios que trabajan sin intimidad alguna».

Con estas duras palabras ironizaron sobre las condiciones en las que se encuentra la Comisaría y que afectan por igual a todas y cada una de las personas que la pisan, empezando por los trabajadores que a diario tienen que convivir con esas dificultades. «Por supuesto tampoco tenemos calefacción y disponemos de unas sillas que sí son instrumentos de tortura y no pasarían la más torpe inspección de riesgos laborales», subrayaron.

Sin chalecos antibalas

Una serie de carencias con las que desde el punto de vista de la Confederación prácticamente no pueden trabajar, pues se quejan de tener que realizar un servicio sin las mínimas garantías de seguridad y con herramientas defectuosas. «Los policías tienen que usar vehículos en deplorable estado, trabajar sin chalecos antibalas o antitraumas y patrullar con equipos de transmisiones defectuosos o incluso sin ellos, con el grave peligro que eso conlleva para la integridad física de los funcionarios».

En esta línea, afirman que las medidas de seguridad de las que a tenor del informe adolecen los calabozos también resultan inexistentes en el resto de dependencias policiales, lo que les parece cuanto menos preocupante.

«Queremos agradecer al Defensor del Pueblo el gran respeto que muestra en su informe por el trabajo de cientos de policías que se juegan la vida -lamentaron-. Desde esta organización sindical, como parte integrante del pueblo le pedimos que en vez de defender a presuntos delincuentes tenga a bien realizar inspecciones de las dependencias al completo y vele por la seguridad y por los intereses de los policías, que también somos pueblo».