DOCTOR IURIS

Clemente ante el peligro

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Podría hablar del ocaso de la SGAE, con toda su cúpula arrestada -comenzando por Teddy Bautista, su mujer y su cuñada- y acusada de delitos societarios y apropiación indebida. O de la 'sorpresa' que ha supuesto para el Gobierno que Bildu-Eusko Alkartasuna/Alternatiba Eraikitzen quite los cuadros del Rey de los salones de plenos, impida que entren escoltas a los mismos, utilice exclusivamente el Euskara en ellos o exija a sus 'miembras' que vayan a la misma 'pelukeriak'.

Pero no, hoy voy a hablar de uno de los robos más importantes de la democracia. El de los 7,8 millones de euros de la caja municipal del Ayuntamiento de la Isla de León, mal llamada San Fernando. Hace pocos días que la Audiencia Provincial de Cádiz estimó el recurso del cajero imputado, Clemente Ruiz, que podría salir de la cárcel, previo pago de fianza, casi dos años después de haber entrado. Supongo que Clemente, al que solo vi una vez en mi vida pero que me consta era persona de la total confianza de los integrantes del gobierno andalucista, habrá estado todo este tiempo pensando. En 20 meses cambió de abogado (por cierto, su primer letrado confiaba ciegamente en su inocencia) y de vida. No sé lo que habrá estado haciendo en la cárcel, donde muchos presidiarios estudian Derecho Penal, pero supongo que habrá estado valorando fríamente su estrategia a largo plazo, como Robert de Niro en 'El cabo del miedo'.

La noticia de su salida no hace ni bien ni mal al lugar donde dicen se celebró el Bicentenario de 1810, ni a una sociedad, la isleña, que ha responsabilizado apriorísticamente al cajero de la sustracción, pero que también está convencida de que en el robo ha tenido que intervenir «alguien» más. Por ello y por otras razones, el robo de la caja ha sido utilizado políticamente. La última vez ha venido provocada por el quizás poco acertado nombramiento como concejal de Hacienda de Manuel Raposo, antiguo asesor de Clemente Ruiz y de quién me han hablado maravillas como profesional y persona, por cierto. Este hecho ha sido usado por la oposición para atacar al nuevo edil, coincidiendo con la posible puesta en libertad del imputado, porque qué casualidad.

Pero la familia de Clemente, dos años después, no dispone aún -o dice no disponer- de 30.000 euros para pagar la fianza exigida. La incógnita es qué podrá hacer ese cajero municipal cuando salga, qué pruebas podrá aportar, qué miedos provocará en quienes lo apuntaron con el dedo y lo suspendieron de empleo y sueldo, otrora sus jefes directos. Clemente Ruiz saldrá la calle, inocente o culpable, a matar o morir, porque han desaparecido 7,8 millones de euros de un pueblo que pasa penurias y le culpa. Por ello, en este comienzo del mes de julio me dan igual la SGAE o Bildu. Solo estoy pendiente del futuro duelo que se celebrará en OK Corral de León.