EL TRANVÍA

EL TURISMO EN JEREZ

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Parece que el turismo ha empezado a remontar el vuelo de un tiempo a esta parte en Jerez. Al menos eso es lo que indican los datos y, sobre todo, las previsiones de ocupación para los próximos meses, llegando a superar el 90% en los hoteles de cuatro y cinco estrellas en agosto. Y conviene tener presente que esta ciudad carece de playa, algo que en las épocas de mayor calor supone un inconveniente importante a la hora de atraer visitantes. Pero tiene otros muchos atractivos que pueden y deben ser más explotados. Porque de poco vale decir que es la capital del flamenco, del vino o del caballo si no aprovecha al máximo ese tirón.

Sirva de ejemplo uno de los avances que ha realizado el nuevo delegado municipal de Turismo, Antonio Real. Habla de aprovechar la celebración del Gran Premio de Motociclismo para convertir la ciudad en punto de referencia durante toda una semana, no solamente los tres días que dura la competición oficial. ¿Cómo? No ha avanzado demasiado, ya que prácticamente se ha limitado a hablar de actividades en general. Así que ahí van algunas propuestas, por si tuviesen a bien tenerlas en cuenta, si es que no han sido ya planteadas. ¿Por qué no intentar organizar, por ejemplo, alguna exhibición en alguna avenida a cargo de varios pilotos de los que vayan a competir? La Fórmula Uno lo hace con Fernando Alonso, Vettel, Hamilton y compañía en algunas ciudades con un éxito brutal. Y talleres y conferencias con expertos en asuntos relacionados con el mundo del motor. O exposiciones temáticas. Y conciertos en espacios abiertos. La cuestión es que en Jerez huela a gasolina durante los sietes días, que se convierta en capital del motor toda la semana, que sea capaz de atraer visitantes no solo los tres días de competición. Que quede claro, en definitiva, que es la catedral del motociclismo no solo en el aspecto deportivo.

Está, eso sí, el siempre presente problema del dinero. Todo lo que se quiera hacer requiere de dinero y las arcas municipales no están lo que se dice para tirar cohetes, más bien todo lo contrario. Esta misma semana se ha conocido que la deuda real del Ayuntamiento -incluidas las empresas municipales- asciende a 958 millones de euros, muy por encima de los 700 que se pensaba. El nuevo gobierno local ha reconocido que no cuenta con dinero para hacer frente a la misma y que, por lo tanto, tendrá que adoptar medidas drásticas, que, eso sí, afirma que no pasarán por despidos de trabajadores.

Así que prácticamente no queda otra que tirar de la colaboración privada para tirar adelante iniciativas como las mencionadas u otras parecidas. Al menos hasta que se normalice mínimamente la situación de las arcas municipales. Y para eso mucho me temo que queda bastante tiempo. Quizá más del que cabía pensar hasta hace poco. Trabajo, imaginación, diálogo y talante. No creo que haya otra fórmula.