opinión

¿Por qué nos cierran?

Daniel Jiménez | Trabajador de Visteon

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Soy un trabajador afectado por el cierre de la empresa Ford-Visteon del Puerto de Santa María también conocida como Cádiz Electrónica. Somos 396 empleados directos más las contratas de seguridad, limpieza y cocina.

Soy de Jerez, tengo 39 años, estoy casado, con dos hijos pequeños y como el resto de millones de españoles comparto deudas, gastos cada vez mayores y mi casa pertenece al banco bajo una hipoteca que durará 30 años. Desde hace tiempo sentía mariposas en el estómago cada vez que escuchaba que quizás algún día podría perder mi trabajo y mi estabilidad, a pesar de que siendo indefinido y con una antigüedad en la factoría de casi 20 años corría mejor suerte que muchos otros españoles que están desempleados o con trabajos precarios. Mi empresa no es una empresa cualquiera ni para lo bueno ni para lo malo. De sus 22 años de existencia desde que se instaló bajo las ayudas de la administración hasta hace tan sólo tres días Visteon no ha dejado de ingresar altos beneficios reportados desde nuestra empresa gracias al esfuerzo de todos los empleados. Nuestra empresa de hecho ha soportado en gran parte las pérdidas de otras del grupo a nivel internacional. Somos una plantilla joven muy cualificada y con grandes dotes de innovación, aprendizaje continuo y trabajo en equipo. Como ejemplo hemos sido durante años premiados a la Calidad Excelente por Toyota siendo ésta una de las marcas más exigentes del mercado del automóvil a nivel mundial. Tenemos una tecnología puntera en el sector y una maquinaria en perfecto estado. Y yo me pregunto entonces...¿por qué?...

La información que manejábamos desde el comité de empresa en muchas reuniones mantenidas con el director de Planta señor Nilton Campos eran que los volúmenes bajarían a final de año en algunas de las líneas y que algunos productos caerían definitivamente en 2012 pero que hoy por hoy teníamos pedidos y de hecho estábamos funcionando a pleno rendimiento cuando el «día de la infamia» 23 de Junio de 2011 sin previo aviso a las 9:00 de la mañana unos «matones» en un coche de lunas tintadas sacaban al director de la planta y secuestraban al comité de empresa llevándolos en un autobús. De repente, sobre las 10:00 o así, se apagaron las luces, el aire acondicionado, las máquinas se pararon, cortaron todos los accesos informáticos desde EE UU y alguien me dijo que la fábrica se cerraba. Como en un guión fílmico el autobús se llevó a los miembros del Comité de empresa hacia un destino desconocido. Los metieron en una sala del hotel AC de Jerez y allí estaban los abogados de Garrigues, la jefa de Recursos Humanos de Europa, el director de la fábrica, el director financiero y otros cargos. Les dijeron que la planta se cerraba, se levantaron y se fueron. Sin derecho a réplica. No han planteado ERE, ni ERTE, ni una reducción de salarios. Eso es terrorismo industrial.

La cuestión es que todavía la multinacional no ha presentado papel alguno ante la administración y tampoco estamos despedidos...¿A qué juegan entonces?...La maquinaria que se puso en marcha con Delphi se pone ahora con nosotros...Comunicado a la prensa, reuniones con los políticos, la Junta...etc. Pero yo digo y elevo mi súplica a todos los estamentos...Yo no quiero indemnizaciones ni cursos eternos...yo quiero seguir trabajando porque somos los mejores y estamos preparados. Ford-Visteon Cádiz Electrónica es rentable y eficiente y ocuparemos la Planta hasta que vuelva a ponerse en marcha.

Tenemos unas cuotas de absentismo del 2,5 % y eso ya dice mucho del personal laboral que somos. Ya me he pasado dos días llorando y ahora me levanto y os digo que no van a poder conmigo. Por todo esto y porque les he prometido a mi familia mirándole a los ojos que esto va a tener un final feliz os escribo esta carta. Y porque necesito que tengamos la mayor repercusión mediática posible os pido que difundáis nuestro problema.

Gracias de antemano por todo.